Trump recargado, con medidas drásticas en inmigración, derechos de género y geopolítica

El presidente asumió su segundo mandato con promesas de deportaciones masivas, un cambio radical en políticas de género y la controvertida idea de renombrar el Golfo de México

BAE Negocios

Donald Trump inició su segundo mandato al frente de los Estados Unidos con un discurso que no dejó margen para las dudas. El magnate prometió medidas drásticas en inmigración, derechos de género y geopolítica, con el toque grandilocuente que lo caracteriza.

El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, se presentó en el Capitolio con un discurso que prometió ser un verdadero espectáculo. En su segundo acto, anunció su intención de llevar a cabo la mayor “deportación masiva” en la historia del país

“Voy a declarar una emergencia nacional en nuestra frontera del sur”, proclamó con aplomo. Es probable que quienes se encuentren en situación irregular en el país tengan poco tiempo para hacer las maletas.

Desde el Capitolio, Trump anunció la declaración de "emergencia nacional" en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal. Su plan incluye deportaciones masivas y la permanencia de la política "Quédate en México", diseñada para que los solicitantes de asilo esperen en el país vecino mientras se procesan sus casos. "Todos los inmigrantes ilegales serán detenidos y deportados", sentenció entre aplausos.

Trump, un experto en dramatización, prometió que su gobierno empleará a 200 agentes del ICE en Chicago, dando caza a inmigrantes considerados de bajo riesgo por la administración de Biden. Sin duda, este es un giro que no pasará desapercibido. Pero no solo eso. El flamante presidente planea cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América. Sin duda, un esfuerzo por recuperar la identidad nacional que, según él, se había perdido en el proceso.

Mientras tanto, el nuevo inquilino de la Casa Blanca prometió un giro radical en la libertad de expresión. “Voy a detener toda censura gubernamental y restablecer la libertad de expresión”, afirmó, haciendo referencia a plataformas como TikTok.

Sin embargo, Trump también ratificó su visión binaria sobre el género. "En este gobierno, sólo hay dos géneros: masculino y femenino", declaró. La frase, que seguramente polarizará aún más el debate, marca un retroceso respecto a los avances en derechos LGBTQ+ alcanzados en administraciones anteriores y quizá pueda poner en duda el tema de la libertad de expresión.

En un guiño a la realidad geopolítica, Trump subrayó que desea recuperar el control del Canal de Panamá, un regalo que, según él, nunca debió haberse hecho. “China está operando el Canal de Panamá”, lamentó, como si los problemas del mundo se pudieran resolver con un simple borrón y cuenta nueva. “Hemos sido tratados muy mal”, dijo, dejando en claro que su política exterior se basará en un enfoque de recuperar lo que considera perdido.

En medio de todo esto, el magnate anunció planes de visitar California, donde los incendios han devastado comunidades, y hasta se habla de un viaje a China en un contexto de creciente tensión comercial. “Se viene una guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo”, advirtió, mientras los economistas estallan en risas nerviosas.

Por último, los temas de su discurso contrastan drásticamente con su primera investidura en 2017. En aquella ocasión, pronunció un discurso que se conoció como “American Carnage”, donde pintó una imagen desoladora de Estados Unidos. Hoy, sin embargo, la narrativa cambia hacia la “unidad, la fuerza y la justicia”.

 

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