POLÉMICA

Companions: Elon Musk convierte su inteligencia artificial en una provocativa novia anime

La última actualización incluye un polémico modo visual que generó revuelo en redes: personajes animados con estética japonesa y funciones subidas de tono abren un nuevo debate en el mundo tech. Los detalles, en la nota.

BAE Negocios

Elon Musk continúa desafiando los límites de la tecnología con su inteligencia artificial Grok, que adoptó una nueva y polémica característica: una novia virtual de estética anime. Esta función, llamada "Companions", generó un fervor notable en la plataforma X, destacándose por su diseño visual y la interactividad que brinda a sus usuarios.

La actualización, lanzada hace pocas horas, permite a los suscriptores de Grok interactuar con avatares que cuentan con su propia personalidad y mecanismos de interacción. Entre los personajes más destacados se encuentra Ani, una chica diseñada al estilo del anime japonés, que se presenta con coletas y un vestido gótico. Su voz, descrita como "sensual y susurrante", incluye frases en japonés, incrementando su atractivo entre los aficionados a la cultura del anime.

El aspecto más controvertido de Ani es su modo NSFW (Not Safe For Work), que permite a los usuarios visualizar a la novia virtual en ropa interior. Este modo generó un intenso debate en las redes sociales, donde numerosos usuarios compartieron animaciones y contenidos relacionados, impulsados por los hashtags #Ani y #Grok. Aunque la función posiciona a Grok como un competidor directo de aplicaciones más consolidadas en el ámbito de la inteligencia artificial, la combinación de sensualidad y tecnología ha suscitado tanto admiración como críticas.

Otros personajes de la serie "Companions" incluyen a Bad Rudy, un panda rojo animado con personalidades duales, lo cual resalta la intención de Musk de ofrecer experiencias personalizadas a los usuarios. Otro personaje, "Chad", se plantea como la versión masculina de Ani, sugiriendo un futuro donde ambos avatares pueden interactuar con los usuarios, quizás ampliando aún más el espectro de opciones para la comunidad de Grok.

Sin embargo, esta estrategia ha llevado a Musk a estar en el centro de la controversia. Su reciente afirmación sobre una fusión con Tesla y comentarios provocativos han alimentado una narrativa en torno a su figura como empresario que busca tugurizar los límites éticos y morales del desarrollo tecnológico. Los suscriptores de SuperGrok, el servicio premium que ofrece acceso a estas innovaciones, deben afrontar tarifas que oscilan entre 30 y 300 dólares al mes, aunque algunos usuarios gratuitos también han reportado acceso a los nuevos personajes, lo que sugiere una posible estrategia de Musk para diversificar su base de usuarios.

La introducción de estas funciones a Grok enfoca la atención no solo en la obsesión contemporánea por la inteligencia artificial y los avatares virtuales, sino también en los dilemas éticos y sociales que surgen con este tipo de tecnologías, especialmente en una sociedad como la argentina, donde el debate sobre la sexualización y la representación en los medios es cada vez más pertinente. La recepción que la comunidad gamer y los aficionados al anime tengan hacia esta novedad podría delinear el futuro de las interacciones entre humanos y máquinas en el ámbito de la cultura popular y la tecnología.

 

 

 

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