La interoperabilidad total de los pagos con código QR, con cualquier tipo de tarjetas y desde cualquier billetera virtual, comenzó a activarse desde hoy, luego de que el Banco Central intervino e inclinó la cancha para que los principales bancos y Mercado Pago se pongan de acuerdo en la comisón a abonar y en la distribución del fraude.

El punto final del regulador llegó días atrás mediante la Comunicación "A" 8032. El Central ordenó que todas las billeteras digitales registradas, ya sean bancarias o de proveedores de servicios de pago,  permitan realizar pagos con tarjeta de crédito y/o tarjetas prepagas a través de códigos QR, deberán ser interoperables.

El proceso, iniciado y fomentado por el BCRA, tuvo como hito la entrada en vigencia de la interoperabilidad de los códigos QR para los pagos con tarjeta de crédito que, tras sucesivas postergaciones, finalmente ocurrió el 30 de abril de 2024. 

El Central estableció las pautas y fijó un plazo para su entrada en vigencia, permitiendo a los actores del ecosistema de medios de pago electrónicos trabajar en su implementación y tener operativos todos los procesos, había informado en un parte de prensa dias atrás.

Lo cierto es que la autoridad monetaria debió terciar debido a las dificultades en la negociación que mostraron los 36 bancos agrupados en la billetera MODO y Mercado Pago, dos actores que concentran más del 85% de las operaciones de este tipo.

Esta falta de acuerdo entre ambas partes, que peleaban por un margen extra de comisión que exigía la fintech que innovó con su QR, perjudicaba a los millones de usuarios que veían retrasada la implementación de una herramienta clave para el desarrollo de los pagos digitales en Argentina.

De acuerdo con datos del último Informe de Pagos Minoristas de abril del Banco Central, el QR interoperable alcanzó los 35,7 millones de operaciones, un crecimiento de 278,2% interanual. 

Fuentes del sector indicaron que Mercado Pago pretendía de los bancos una comisión extra de 0,3% por el uso de adquirencia en sus 500 mil lectores QR en todo el país, pero finalmente recibirá sólo el 0,07% estipulado por el Banco Central sobre la base de la experiencia internacional. Desde la autoridad monetaria señalan que un "fee" de 7 puntos básicos es el benchmark a nivel global.

Hoy comienza una prueba piloto en tres cadenas comerciales, en 60 días el QR interaoperable debería estar totalmenteactivo y en 270 días se incorporarían l as tarjetas prepagas.

La disputa y la falta de acuerdo llegó a tal punto que los bancos agrupados en MODO denunciaron a Mercado Pago ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) por “abuso anticompetitivo de su posición dominante en perjuicio de múltiples actores del mercado, incluidos competidores, comercios y consumidores”.

Mercado Pago contestó la acusación al responder que era llamativo que en 2020, los mismos bancos armaron MODO con idénticos objetivos para evitar competir entre sí y ahora están nuevamente denunciados por cartelizarse. “MODO es una sociedad integrada por 36 bancos, que está siendo investigada por cartelización", respondió la fintech.

Finalmente, Mercado Pago y MODO comunicaron el 30 de mayo, el mismo día de la Comunicación "A" 8032 del regulador, que llegaron a un acuerdo para el uso del QR interoperable.

Fuentes oficiales destacaron que lograron poner al regulador es un lugar importante que dialoga con todos los actores, pero que también ejecuta.

La decisión de hacer interoperable el QR había sido tomada por el Banco Central y la fecha para su implementación inicial era el 30 de abril último.

Pero la historia que comienza hoy en realidad tiene su inicio mucho tiempo atrás y la actual gestión del Banco Central debió estudiar un stock de normas que fueron implementándose para lograr el hito de hoy, la interoperabilidad total, punta a punta, del código QR con todas las tarjetas.

Desde el BCRA indicaron que en el análisis normativo halló un problema de seguridad vinculado con los fraudes y, por razones técnicas,  diversos actores como los emisores de las tarjetas de crédito, pidieron más tiempo para adaptar los sistemas. 

Precisamente, el acuerdo al que se llegó la última semana incluye la tokenización de las transacciones y la distribución del fraude, es decir quién se hace cargo de esta pérdida. 

Se resolvió que el fraude lo va a pagar la billetera virtual y no el adquirente.

Luego de este avance, el Banco Central procura ingresar en una segunda etapa enfocada en cómo fortalecer la industria con el eje en un mundo de finanzas abiertas en el que la disminución del fraude se convierte en esencial.

El desarrollo de medios e infraestructuras de pago para mejorar la transaccionabilidad y también de educación financiera son claves.