Hace más de dos meses que la empresa de alimentos Georgalos está en conflicto con sus trabajadores. Conducida por Miguel Zonnaras, nieto del fundador, atraviesa una batalla por despidos, sobrecarga de trabajo, quite de bono de productividad y por no darles a los trabajadores cajas de mercaderías que recibían históricamente.  La disputa lejos de aquietarse, se aviva cada vez más, ya que la empresa no acató la conciliación obligatoria. En las últimas horas, los trabajadores fueron reprimidos y hubo 25 heridos. BAE Negocios confirmó que el ministerio de Trabajo le labró un acta circunstanciada e inicia un proceso para determinar la multa por no retrotraer las acciones al inicio del conflicto.

La historia de Georgalos arrancó en 1939 cuando esta familia griega llegó al país escapando del nazismo. Crearon un imperio con un secreto que trajeron de Polonia, la fórmula del Mantecol, su producto más reconocido. Tiene una cartera de marcas variadas y todo se fabrica en sus 7 plantas donde emplea a 1750 personas. 

En enero de 2001, debido a abultadas deudas, vendieron la marca de su producto estrella y recién en 2022 pudieron recomprarla.  En ese entonces tenían 6 plantas y 1.000 trabajadores, crecieron por la operación que realizaron que les permitió quedarse con varias marcas y la planta de Victoria que le compraron a Mondelez y oon ella absorbieron a 600 trabajadores.

Georgalos es una empresa nacional, históricamente el 85% del patrimonio está en manos de la familia fundadora. Tiene 3 plantas en Córdoba en Río Segundo; La Rioja; Villa Mercedes, San Luis  donde se hacen los envases; Luján y Victoria. Producen y procesan mani que exportan a los cinco continentes, al igual que las principales marcas. 

El nieto del fundador, Miguel Zonnaras, asumió la conducción de la empresa tres años antes de recomprar Mantecol. Pertenece a la tercera generación y lleva el mismo nombre que el fundador.

Si bien el conflicto más grave se desató por el despido de 5 trabajadores de la planta Victoria, fue una suma de reclamos. “El 5 de junio nos despidieron a 5 trabajadores, pero todo comenzó 45 días antes porque veníamos haciendo reclamos porque la empresa avanzaba con la flexibilización laboral. En el sector de chocolate nos sacaban un trabajador de cada línea y encima nos aumentaban las velocidades de las máquinas, no dábamos abasto. Querían que se produzca más con menos personal. El chocolate se caía y teníamos que poner una batea o una caja para que no caiga al piso, por la velocidad que tenían las máquinas. Nos quejamos al sindicato y vinieron y pararon la línea. Luego hicimos paro de dos horas por turno y de 80 trabajadores de la planta nos despiden a 5 porque hicimos paro y nos acusaron de hostigar compañeros y no acatar órdenes. Luego inventaron que hicimos sabotaje y no fue así, hicimos un paro y medidas con aval del sindicato y previo informe al ministerio”, señaló Miguel Maciel. BAE Negocios contactó a Georgalos, pero su presidente no respondió.

A estos reclamos de los trabajadores de quite de personal se suman otras quejas. “Históricamente recibíamos un bono de fin de año por productividad, el año pasado no nos dieron el bono. También nos daban desde hace 30 años unas cajas con mercaderías, alimentos de primera necesidad y de 5 que nos daban nos dieron sólo una en 2024. Otro problema que tenemos es que como no dan categorías, la mitad del personal de Victoria hace una tarea superior a la categoría. Todo eso reclamabamos y nos respondieron con despidos”, explicó Maciel.

Andrés Torres es otro trabajador que tiene 20 años de antigüedad en la planta. “El ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires llamó a una conciliación obligatoria y la empresa no la acató, no dejó entrar a los despedidos. La planta sigue funcionando, tenemos asambleas en el comedor y es probable que hagamos el jueves un paro. Hicimos protestas en la puerta y no tuvimos respuestas. Hoy a las seis de la mañana hicimos una gran marcha, eramos como 300 compañeros de la planta y de fábricas como Molinos, Arcor, Cachafaz, Alijor, Mondelez y de diferentes movimientos sociales. La gendarmería nos reprimió y tuvimos 25 compañeros heridos y varios derivados a hospitales”, contó Torres, trabajador de Georgalos, a este medio.

BAE Negocios consultó al ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y pudo saber que a pocas horas del fin de la prórroga de la Conciliación Obligatoria, la empresa fue infraccionada por Trabajo por incumplir la Conciliación. Le hicieron un acta circunstanciada por no retrotraer las acciones al inicio del conflicto. Ahora se inicia un proceso sumarial en el cual se va a determinar el quantum de la infracción, que se va a transformar en una multa. No se puede estimar aún el monto porque el ministerio evaluará cuántas normativas se incumplieron y después se realiza el cálculo para llegar al coeficiente de lo que sería la pena.

No hay ninguna señal que indique que este conflicto llegó a su fin.