En un ejemplo real: no se puede llegar a los pueblos más remotos de los Valles Calchaquíes directamente desde Buenos Aires. El primer paso es llegar a Salta Capital (vuelos desde $12.804). Desde la terminal de Salta, la empresa Ale Hnos. opera servicios diarios a Cachi y otros pueblos. El viaje a Cachi dura unas 4.5 horas por la espectacular Cuesta del Obispo y cuesta alrededor de $15.000.

¿Por qué conviene el micro?

Es la forma más segura y económica si no tenés experiencia manejando en rutas de ripio y alta montaña. El camino a Cachi es uno de los más impresionantes de Argentina, y hacerlo como pasajero te permite disfrutar del paisaje sin el estrés de la conducción.

¿Y la plata?

El costo del micro es muy bajo, lo que te permite destinar tu presupuesto a alojarte en hosterías con encanto y disfrutar de la gastronomía local. La alternativa, una excursión en 4x4, es mucho más cara, y alquilar un auto también implica un costo mayor.

 

¿Y si tengo mucho equipaje?

Podés llevar tu equipaje sin problemas en la bodega del micro. La mejor estrategia es hacer base en un pueblo como Cachi o Molinos y desde allí explorar los alrededores, o simplemente disfrutar de la tranquilidad del lugar.

¿Viajar con familia conviene?

Es una gran aventura para familias con hijos a los que les guste la naturaleza y la historia. El viaje en micro es una experiencia en sí misma, atravesando el Cachi.

Tips finales para aprovechar:

• Comprá el pasaje a Cachi con anticipación, especialmente en temporada alta, ya que los servicios no son tan frecuentes como en la Quebrada.
• Elegí un asiento en la ventanilla para no perderte ni un detalle de la Cuesta del Obispo.
• Llevá abrigo y agua. La ruta asciende a más de 3.300 metros en la Piedra del Molino, y la altitud se siente.
• Desde Cachi, podés tomar otros micros locales para seguir bajando por la mítica Ruta 40 hacia Seclantás y Molinos.
• El viaje de Salta a Cafayate por la Quebrada de las Conchas es otro circuito imperdible que también se puede hacer en micro.

Los Valles Calchaquíes son el alma de Salta. Con la ayuda de los micros locales, podés sumergirte en sus paisajes y su historia de una forma auténtica y económica.