Luego de que el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, oficializara hace días que negocian con Estados Unidos ampliar las importaciones de trigo desde ese país, en el Gobierno se encendieron las alarmas y no se descarta una reunión con sus pares del Planalto para que esa decisión no se concrete, ya que castigará las exportaciones argentinas.

Fuentes diplomáticas y de la Casa Rosada señalaron anoche a BAE Negocios que "nos cayó pésimo que Brasil estudie -a cambiar de elevar exportaciones de azúcar y piezas de automóviles hacia Estados Unidos- la posibilidad de comprar más etanol y trigo" a la administración de Donald Trump. "Seguramente, habrá algún tipo de conversación con Brasil pero no está claro aún", ampliaron.

Según Guedes, la intención de Brasil es conseguir, más que un acuerdo de libre comercio, una "alianza estratégica" con Estados Unidos, la mayor economía del mundo y el segundo mayor socio comercial del país vecino, después de China. Esto se suma a la determinación de Brasil, en marzo último, de otorgar un cupo de 750.000 toneladas de trigo a Estados Unidos sin aranceles, que no cayó bien en el Gobierno.

Se analiza la posibilidad de un pedido a Brasil para que no avance en negociación por trigo

En 2017, los industriales molineros de Brasil querían que se abriera una cuota de 750.000 toneladas extra Mercosur. En su momento, el gobierno argentino lo evitó tras una negociación diplomática. Una fuente afirmó que "la Argentina sigue con atención la política de Brasil respecto a Estados Unidos, como cuando se anunció reapertura de un cupo con arancel cero para 750.000 toneladas de trigo por fuera del Arancel Externo Común del Mercosur (AEC) del 10%".

La perplejidad política del Gobierno es que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se alinea ideológicamente con su par Mauricio Macri, pero "en términos comerciales está dando varias muestras de eliminar mercado para productos o bienes argentinos", confiesan cerca del canciller Jorge Faurie. A cambio del trigo, Estados Unidos enviará una misión sanitaria a Brasil que hará inspecciones con el fin de que Brasil pueda retomar sus exportaciones de carne, suspendidas desde 2017 tras el caso de carne adulterada en el vecino país.

El año pasado, Brasil aumentó un 16,9% sus importaciones de trigo a 7,04 millones de toneladas. La Argentina colocó unas 5,94 millones de toneladas y cubrió el 84,4% de las compras brasileñas. El segundo y el tercer lugar fueron ocupados por Paraguay y EE.UU., cuyos envíos totalizaron 339.844 toneladas (4,8%) y 273.631 toneladas (3,9%), respectivamente.

Según un informe privado, las exportaciones de trigo de EE.UU. hacia Brasil bajaron "notablemente en los últimos tiempos". Del pico de ventas por 3,48 millones de toneladas en 2013, el volumen pasó a poco más de 200 mil toneladas en 2018.