Cetrogar aprovecha el lugar que deja Garbarino para crecer en el interior

La empresa nacida en Chaco alquiló la tienda más importante que la concursada tenía en San Juan para desembarcar en esa provincia

ggrimaldi

Cetrogar, una cadena fundada en Chaco en 1980 y que vende tecnología, artículos para el hogar y motos, busca oportunidades para seguir creciendo en el interior.

La empresa liderada por el empresario Roberto Cetrolo acaba de poner un pie en San Juan, una de las ocho provincias en donde aún no tenía presencia.

La particularidad es que eligieron una tienda que hasta hace poco ocupaba Garbarino, una empresa que está en concurso de acreedores con una deuda de más de $25.000 millones.

La nueva ubicación, que está en Rivadavia y Tucumán, se sumará a las noventa sucursales distribuidas en quince provincias del interior del país. Además, cuentan con un canal de venta online.

El sindicato de Empleados de Comercio le mandará esta semana a Cetrogar una lista de empleados despedidos de Ribeiro, Falabella e incluso Garbarino para que la firma los tenga en cuenta cuando tome personal, informó Tiempo de San Juan.

En Cetrograr explicaron que "la empresa lleva consolidadas cinco aperturas durante 2021, y continúa trabajando para cumplir con el objetivo de tener presencia en las principales capitales de las provincias argentinas, reforzando así su estrategia de omnicanalidad, dando la mejor opción a sus clientes, tanto en compras online con envío a domicilio, como a través de la modalidad pick-up en los locales".

 

Cierres y despidos  

En el último año, San Juan sufrió el cierre de tres cadenas minoristas de peso. Garbarino y Ribeiro, cuyo 'core business' es la venta de electrodomésticos y la tienda por departamentos chilena Falabella, que también tenía un sector dedicado a los artículos electrónicos.

Falabella fue la primera tienda en cerrar sus puertas. El 26 de marzo la empresa bajó las persianas en San Juan luego de una mega liquidación que atrajo la atención de miles de personas. Fueron 90 los trabajadores que quedaron desempleados tras la partida de Falabella, muchos de los cuales encontraron lugar en el mercado laboral, pero otros tantos, aún continúan en la búsqueda.

Poco después, en abril, Ribeiro informó oficialmente el cierre definitivo de todas sus sucursales en la provincia. Antes de irse, vendieron el local ubicado en la tradicional esquina de Libertador y Tucumán, ocupado posteriormente por la Castellana. A los días se sumó Compumundo, negocio de tecnología que dependía de Garbarino. Entre ambas cadenas, el número de despedidos llegó a cuarenta.

Finalmente, en noviembre Garbarino cerró. A mediados de 2020, Carlos Rosales toma el control de la compañía con el apoyo de varios fondos de inversión. El nuevo dueño se hizo cargo de la cadena, que tenía más de 200 locales en todo el territorio, con promesas de inversiones por más de 2.000 millones pesos. Pero estos fondos nunca llegaron.

El mes pasado, la compañía envió 1.800 telegramas de despido. Garbarino, hoy, reconoce una deuda cercana a los 800 millones de pesos en sueldos.

En San Juan, Cetrogar competirá con Frávega, Musimundo y Naldo.

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