Los ciudadanos de Grecia se rebelan contra los abusos en las playas de Mykonos, Paros y Naxos. Bajo el nombre “movimiento de las toallas” piden liberar las playas de las reposeras pagas que ocupan 20.000 metros cuadrados de playa, casi tres veces la superficie permitida. Tras las denuncias los concesionarios están bajo la lupa y ya hay empresarios detenidos.

“Ya hay 16 empresarios detenidos tras las protestas del 'movimiento de las toallas' El movimiento ciudadano se ha expandido como la pólvora por todo el país, produciéndose las primeras detenciones”, publicó ABC. Estos ciudadanos reclaman que se respete la legislación griega y el libre acceso al mar.

Todo comenzó a gestarse en mayo, tras la brutal paliza a un arqueólogo griego, que es funcionario. Se trata de Manolis Psarós, uno de los arqueólogos del Eforato de Antigüedades de las islas Cícladas, en Grecia, sufrió una brutal paliza que le ha dejado con un traumatismo severo en el cráneo, nariz y varias costillas rotas. Es un arqueólogo defensor de la conservación del paisaje natural y cultural de la turística isla de Miconos y responsable de la concesión de licencias de construcción cuando en el terreno se han hallado restos arqueológicos. “Psarós fue atacado por la espalda cuando se dirigía a su domicilio. No logró ver a sus atacantes ni defenderse porque un golpe en seco en la cabeza lo dejó inconsciente en el suelo mientras los agresores continuaron pateándolo. 'Ha sido un ataque propio de las mafias', comenta su abogada, Efi Mugaraki. Pocos días después de la brutal paliza, otra de las arqueólogas de Miconos recibió un SMS con amenazas de muerte hacia ella y su familia”, publicó ABC.

Y el periódico agregó: “Según Mugaraki, los tres arqueólogos que operan en la isla estaban en este momento supervisando el proyecto de construcción de un bar en la capital de Mikonos. Días antes del ataque, Psarós había comunicado a la policía local que las obras debían paralizarse tras el hallazgo de restos arqueológicos. Sin embargo, la policía no lo hizo. No es la primera vez que algo así pasa, explica Mugaraki, 'hay una gran falta de compromiso por parte de las autoridades locales con el cumplimiento de la ley'”.

En Pánormos, el bar Principote, ubicado en una playa paradisiaca, ocupa casi toda la extensión del litoral a pesar de que solo contaba con licencia de construcción para 150 metros cuadrados. Desde el año 2007 el complejo crece y ocupa más de una hectárea de playa.

La Unión de Arqueólogos Griegos se movilizó para exigir que se refuerce los cuerpos de seguridad en las islas Cicládas. Comenzó una pequeña rebelión que va creciendo y ya se denunciaron
200 construcciones ilegales.

Según datos oficiales, el año pasado 135 personas fueron detenidas en las islas cicládicas por construcciones ilegales. En el primer trimestre de 2023, han sido detenidas 61 personas por 48 casos de corrupción urbanística.

El bar que se expandió ilegalmente deberá pagar una multa de más de 22 millones de euros y demoler más de 30 construcciones ilegales que ocupan una extensión de unos 40.000 metros cuadrados, entre los que incluyen las vallas que cerraron la playa. Si no cumplen, cada año tendrán que abonar más de 10 millones de euros en multas.

El servicio de alquiler de reposeras cuesta 120 euros en primera fila cerca de la playa y 40 euros más atrás. Todo esto hace que el movimiento de las toallas libre siga creciendo.