En la terraza de un shopping, abre el restaurante y rooftop más grande de Buenos Aires
Arriba tendrá lugar para 240 comensales. Con platos de cocina internacional ocupa 700 metros cuadrados del tercer nivel del Alcorta Shopping. La cena promediará los $4.500. La apuesta es del grupo BLA Food Group, dueño de Invernadero, Afrika Club y Spritzza. Lo que viene: un restaurante de pastas y vinos.
Una nueva experiencia gourmet llega a la terraza de uno de los principales centros comerciales porteños. El grupo gastronómico BLA Food Group, dueño de Invernadero, Afrika Club y Spritzza, inaugura Arriba en Alcorta Shopping del Grupo IRSA. Será el restaurante y bar rooftop más grande ubicado en la terraza de un shopping.
Liderado por Lucas Roballos, BLA Food Group nació hace menos de cinco años y decidió enfocarse en desarrollos gastronómicos, boliches y eventos. Cuenta con 150 empleados y este año estima facturar 240 millones, más del triple de lo que facturó en 2021.
La primera apuesta del grupo, en agosto de 2017, fue reabrir el local bailable Hipopotamus de Recoleta reconvertido en Afrika Club. Abierto de miércoles a sábados convoca a jóvenes que promedian los 30 años.
La segunda inversión fue destinada a crear Invernadero, en los jardines de la Biblioteca Nacional, allá por septiembre de 2019. Para diferenciarse, crearon el primer bar de gin tonc tirado del país con gin propio servido en canillas. “Creamos un oasis en el medio de la Ciudad. Fabricamos nuestro propio gin y queremos expandirnos, lo empezaremos a vender en barriles para locales gastronómicos. Hasta ahora sólo se consigue en nuestros bares”, contó Lucas Roballos, CEO de BLA Food Group, a BAE Negocios.
En junio del 2021, en plena pandemia, fueron por más. “Abrimos Spritzza en Palermo, una pizzería no convencional con una identidad muy fuerte. Es una pizzería que sigue todos los procesos napolitanos, pero con un Spritz propio, reversionado. La pizza más elegida es la de queso patagonzola y peras asadas, Ofrecemos 15 versiones de Spritz con soda, maracuyá, oliva, picante y seco, entre otros. Tenemos los mismos planes que con el gin para comerciar el Spritz. La apuesta de Sprittza, a partir de septiembre de 2022 es abrir un local cada seis meses. El segundo local estará en Recoleta, luego seguiremos en zonas como Belgrano, Palermo chico, San Isidro, Nordelta, Pilar, Caballito, Saavedra y Nuñez”, señaló el empresario gastronómico.
La nueva apuesta de BLA Food Group es Arriba. Ubicado en la terraza del Alcorta Shopping, cuenta con 700 metros cuadrados, de los cuales 200 son cubiertos, otros 200 son cubiertos y 300 son descubiertos. Inaugura el viernes y abrirá de 9 a 2 de la mañana. Será un restaurante de alta gastronomía y bar rooftop con espacio para 240 personas sentadas. “Arriba ofrecerá cocktails diferentes de Lucas López Dávalos, una propuesta gastronómica de cocina internacional que incluirá desde un ojo de bife, a pastas, sushi, pastelería, hasta cafetería de especialidad. Almorzar costará un promedio de $3.500 y cenar $4.500. La idea es posicionarnos como líderes del mercado, como lo hicimos en los otros rubros. La idea es replicarlo en Nordelta”, explicó.
El CEO del grupo gastronómico asegura que el secreto es vender experiencias. “En la gastronomía está todo inventado y a la vez, no. Junto a nuestros creativos trabajamos las ideas. Para este año estamos pensando abrir un restaurante de pastas y vinos, lo abriremos en un shopping de Recoleta. Con vinos de bodegas chicas y enólogos, es un gran proyecto”, confió.
Durante la pandemia, la gastronomía es uno de los sectores más perjudicado. Sin embargo, este grupo gastronómico aprovechó todas las posibilidades que encontró para crecer. “El consumo lo veo muy bien en la gastronomía. Nuestras marcas son para un nicho de público que siempre va a poder darse el gusto de comer afuera. En el mercado sobrevive quien tenga una experiencia arriba de la mesa, que cuenta una historia. No pasa por tener ahorros y abrir un bar, a ver qué pasa. La pandemia no pasó, pero los cierres son un ciclo terminado en la gastronomía. Hoy el desafío es bajar a la realidad. Cuesta mucho contratar un camarero, un runner o un barman, lleva mucho tiempo y trabajo porque cuesta encontrar personas con sentido común. Lo difícil no es tener ideas, es poder bajarlas a la realidad”, explicó Roballos.
