Glovo, la plataforma española de delivery, sigue en retirada. Primero abandonó mercados como Brasil, dio otro paso al costado en Chile y ahora sorprendió anunciando que se va de Uruguay, Costa Rica, Turquía y Egipto. En Argentina, sigue presente, porque según señaló en diciembre pasado, es el tercer mayor mercado para Glovo a nivel global.

Pese a que en los últimos años basó su estrategia de negocio en la expansión internacional, plantea que busca ser rentable en 2021. Busca "redistribuir sus recursos a regiones esenciales donde pueda establecerse como uno de los actores de reparto líderes". Los cuatro mercados de los que se retira (que implican a ocho de las 306 ciudades en las que estaba presente hasta ahora) representaron el 1,7% de las ventas brutas de Glovo en 2019.

La competencia es dura y no es fácil salir airoso con jugadores como Uber Eats, Pedidos Ya y Rappi. Por eso, mientras anuncia el cierre de varios mercados, anunció el lanzamiento en España del nuevo servicio Glovo Lunch, dirigido a empresas con un menú de 6 euros.

En el mercado argentino, el impuesto del 30% a las operaciones en dólares los obligó a admitir que si bien el 99% de las operaciones se realiza a través de una plataforma de pagos de un proveedor local, "existen casos aislados en los que los pagos pueden ser rechazados" y se registran en dólares.

En diciembre, justo antes de las fiestas, lanzó su propio supermercado online Glovo Market en Belgrano y Palermo. Está abierto las 24 horas los 365 días del año. Ya contaba con delivery de Carrefour, Walmart, Fullescabio, Farmacity, entre otros comercios asociados. Se trata de darkstores, supermercados 100% online, sin atención al público, que ofrecen bebidas alcohólicas (rubro prohibido en comercios a la calle de noche), hielo y cigarrillos, entre otros.