Zanella niega una propuesta de Motomel y Corven acelera una oferta por sus activos
Una insólita telenovela con disputa legal incluida se inició a partir de la venta de la marca. Apelaciones, recusaciones y hasta una oferta millonaria puesta en duda. Trabajadores y acreedores esperan un final feliz de la histora para poder cobrar
La venta de Zanella, que está en concurso preventivo de acreedores desde 2003, ya es casi una telenovela. La justicia autorizó la venta a IMSA (integrada por Corven, tercer jugador del mercado de motos, y otros socios) de las marcas y bienes. Su competidor Motomel, del Grupo La Emilia, denunció que había ofertado el doble y recusó al juez. Ahora Zanella asegura que nunca recibió una propuesta de Motomel y los acusó de generar un grave perjuicio a la empresa. BAE Negocios habló con todos los involucrados.
El juez Agustín Ruta, del juzgado Civil y Comercial y Minas número 4 de San Luis, que entiende hace diez años en el concurso de la empresa, llamó ayer a una conferencia de prensa "para evitar que maliciosamente se tergiverse desinformando a la sociedad". Señaló que "se autorizó la venta a instancia de la concursada, porque Zanella conserva la administración y disposición de sus bienes".
Y agregó: "Sindicatura dictaminó favorablemente y así se dispuso. El viernes en horas de la madrugada se presentaron pocos acreedores interponiendo recursos de apelación y La Emilia S.A fue a interponer recusaciones a mi persona, la cual ha sido proveída para que responda la Cámara y las apelaciones que han sido concedidas". Aclaró que el juez sólo verifica requisitos legales y la empresa decide a quién vender. "La resolución no quedó firme, se concedió la apelación...La Emilia hasta hoy no tuvo participación en el expediente", concluyó.
Desde Zanella difundieron un comunicado donde confirman que poseen la administración de sus bienes y el poder de acordar condiciones de venta. "Asimismo aclaramos que la compañía nunca recibió una propuesta por parte de La Emilia que de manera artera y en perjuicio de nuestra empresa, de nuestros trabajadores y del futuro de nuestras plantas, se ha presentado en el proceso judicial del cual no es parte, ni puede participar y ha desplegado una 'inusual campaña mediática' falseando información".
Walter Steiner, presidente de Zanella, no se privó de nada. "El uso de los medios a los fines de denostar y hacer caer un manto de sospecha injusto e innecesario sobre un trámite judicial público y transparente, ha provocado que dicha venta y el ingreso de los fondos que permiten seguir operando a la compañía y manteniendo el trabajo, se torne incierto. Las prácticas empresariales agresivas e infundadas desplegadas por La Emilia basadas en intereses meramente especulativos deben ser desterradas como método", señaló el comunicado.
BAE Negocios consultó a Leandro Iraola, presidente de Corven, quién si bien no quiso hablar del tema, confirmó que "la operación no está cerrada, la estamos evaluando nosotros junto a otros socios".
También en diálogo con este medio, Roberto Pagano, abogado del grupo La Emilia, de la familia Meller, dijo que "el juez es un mentiroso y se apartó porque lo recusamos. Motomel hizo una oferta el 22 de noviembre de US$3,6 millones para comprar las marcas, como la abogada no tenía firma digital no se la aceptaron. Entonces buscó un escribano y la dejó en mesa de entrada y las mandó por mail. Corven propuso por lo mismo US$1,9 millón".
El abogado de Motomel agregó: "El 3 de diciembre confirmamos la propuesta, el 4 salió la sentencia autorizando a Corven. Motomel que maneja el 20% del mercado, quiere rentar o comprar la fábrica, continuar la operación de San Luis y tomar más trabajadores. Lo que buscan es vaciar la empresa, lo único que valen son sus marcas. Se propone poner el dinero de la venta en un fideicomiso para deudas laborales, pero hay más acreedores posconcursales que podrían pedir la quiebra. Fue un manejo poco transparente".