La historia del ucraniano que creó El Jevi, una cadena de 55 maxikioscos metaleros
Con 36 años, Alexandr Evterev y su socia María Gabriela Fernández se animaron y le dan batalla a Open 25 y Cadena 365. Fanático del heavy metal, llegó al país a los 9 años. Con fuerte presencia en siete barrios porteños, abrieron 25 locales en los últimos cuatro años y van por más
Con apenas nueve años, el ucraniano Alexandr Evterev llegó a Argentina junto a sus padres en busca de una nueva vida. Se instalaron en Florencio Varela y abrieron un kiosco almacén. Amante del heavy metal, lo apodaron El Heavy. Luego decidió buscar otros horizontes y trabajó de seguridad en el boliche Liquid de Palermo. Allí conoció a su ex mujer, licenciada en administración de empresas, se asociaron y soñaron con crear una de las cadenas de kioscos más importantes de la Ciudad.
Alexandr Evterev tiene 36 años, junto a su socia María Gabriela Fernández abrieron el primer kiosco en Sánchez de Bustamante y Cabrera, Palermo, en 2012. No dudó en argentinizar su apodo y le puso “El Jevi, una cadena de maxikioscos metaleros”. En 2018, ya tenían 30 locales. En los últimos cuatro años, pese a la pandemia, crecieron sin parar y hoy suman 55 locales.
"Desde los 12 años me acerqué al metal, en la secundaria me pusieron El heavy. Cuando abrí el primer kiosco en Florencia Varela, enseguida quise ponerle mi apodo, pero quería que la señora de 70 años lo pueda pronunciar y le puse El Jevi. Siempre dije cuando trabaje para mí, nunca me voy a fumar las bandas comerciales y puse heavy metal. La gran mayoría de los empleados no son metaleros, pero yo les digo por más que te guste Romero Santos, acá durante las ocho horas hay que escuchar metal. Yo no te voy a pagar un sueldo para que escuches Pantera. La mayoría entran por su CV, no los obligo a escuchar determinadas bandas pero les digo escucha estas bandas. Entran por Bon Jovi y cuando te das cuenta escuchan Metallica", dijo Alexandr en una entrevista en el programa de radio Tachas hasta en la sopa.
Nunca abandonó su pasión por el heavy metal, compartida con su socia. "Si alguien se siente agredido por la música que ponemos, lo siento en el alma", aclaró.
Son varios los secretos de este crecimiento. La mayoría de los kioscos están abiertos las 24 horas, no todos. Venden golosinas, cigarrillos, bebidas con o sin alcohol, sándwiches, panchos, hamburguesas, helados, artículos de regalos, librería, almacén y tabaquería. Muchos comenzaron ofreciendo el servicio de locutorio, fotocopias, pago de facturas, recarga de tarjeta SUBE y recarga de celulares.9
"Un kiosco que se limite a vender caramelos ya no sobrevive. Los kioscos grandes se hacen cada vez más grande y los chicos más chiquitos. El kiosquero sentado en la reposera con la lápicera atrás de la oreja ya no existe. El que dice no cargo Sube o no vendo cigarrillos porque no me da ganancia, no entiende el negocio. Cuando bajó el margen de ganancia, muchos kiosqueros subieron los precios, nosotros no, mantuvimos el precio y fidelizamos al cliente, nos reconocieron el esfuerzo que hacemos. Si te cobran de más, te queres ir de ese local porque te sentís afanado, estafado", agregó el dueño de El Jevi.
El primer objetivo del ucraniano fue crecer en el barrio de Palermo, luego fue expandiéndose de a poco y su más de medio centenar de locales ya está presente en Caballito, Barrio norte, Belgrano, Balvanera, San Nicolás, Montserrat y Recoleta.
BAE Negocios contactó al dueño de la cadena El Jevi, pero la respuesta fue: “Alexandr está muy afectado por la situación y no se siente en condiciones de dar ninguna entrevista”. En Ucrania, su tierra natal quedaron sus afectos, pero su padre era de origen ruso, por eso el apellido. La Guerra declarada por Rusia a Ucrania fue un fuerte golpe para Evterev.