En el auge de la Inteligencia Artificial (IA), nadie se quiere quedar afuera de esta tecnología. Bien lo sabe Microsoft, que gracias a la IA ganó millones y ya piensa en expandirla a todos sus productos. Entre esos negocios está LinkedIn, la red social por excelencia para conseguir trabajo, que ahora desarrolla una herramienta para que conseguir trabajo sea más fácil.

El investigador de aplicaciones Nima Owji, que descubre características de varios desarrolladores que aún no se implementaron, descubrió que la plataforma tendrá un "LinkedIn Coach", que ayudará a los usuarios a través de los procesos de solicitud, enseñarle nuevas habilidades y ayudarlo a establecer contactos en su red de LinkedIn.

La imagen que Owji sacó de LinkedIn sugiere que los usuarios le preguntan al chatbot cosas como "¿Cómo funciona Coach?" o "¿Cuál es la cultura de Microsoft?" Casi como si fuera ChatGPT. Como LinkedIn es propiedad de Microsoft, es muy probable que los asistentes impulsados por IA lleguen a la plataforma social profesional en algún momento.   

Desde que ChatGPT probó ser un éxito rotundo y desató el frenesí por la inteligencia artificial, Microsoft le puso chatbots a todo: desde Bing hasta el Copilot de generación de documentos de Office, que acaba de anunciar unos precios bastante elevados la semana pasada.

La compañía también acaba de lanzar un chatbot de codificación para GitHub en versión beta, y el próximo paso parece ser en LinkedIn.

De hecho, consultada por The Verge, la portavoz de la empresa, Amanda Purvis, dijo que la compañía "siempre está explorando" nuevas formas de mejorar la experiencia del usuario en la plataforma. Además, agregó que LinkedIn "tendrá más para compartir pronto".

El chatbot de LinkedIn hará más fácil conseguir trabajo a través de la plataforma

Como todas las herramientas de IA, el "LinkedIn Coach" deberá preocuparse por los datos personales, en el ojo de la tormenta desde que esta tecnología cobró más atención. Microsoft se quiso anticipar a posibles cuestionamientos con su nueva IA de código abierto, así que aclaró que será desarrollada de forma responsable y llamó a que todos los actores involucrados hicieran lo propio.

Las preocupaciones por los datos, el alcance y las consecuencias de la IA llegaron a todos los ámbitos. Hollywood, por ejemplo, experimenta ahora su primera huelga de actores y guionistas en 80 años, y uno de los principales reclamos es que la tecnología no reemplace su trabajo. También hubo quejas de escritores, preocupados por que la IA use su voz y su estilo para producir textos sin dejarles ganancias y, nuevamente, quitarles el empleo.

Todos estos problemas fueron expresados en una carta que publicaron miles de intelectuales en la web, quienes llamaron la atención por el avance irrestricto de la IA y la falta de regulación para cuidar que la tecnología se salga de las manos. Entre ellos está Elon Musk, una vez fundador de OpenAI y ahora fuera de la empresa, quien pidió un freno por seis meses para pensar cómo regularla.

Microsoft, en la otra vereda y con perspectivas de ganancias gigantes, negó que hubiera peligros tan importantes como los que los intelectuales expresaron. Mientras no hay regulación, aprovecha a poner IA en todos sus productos. Enormes ingresos y enorme poder. Y también ayuda a sus usuarios.