Los precios de todo lo que venden en las playas de la Costa Atlántica
Cuánto cuesta comprar un pancho, un choclo, churros y hasta vestidos. Todo lo que hay que saber antes de darse un chapuzón en el mar. Y además, cuáles fueron los dos productos que se agotaron en Fin de Año
Las playas son un buen termómetro para saber cómo viene la temporada. Los vendedores ambulantes saben mucho más que cualquier sesudo analista de investigación. Cuánto sale pasar un día en la playa comprando alguna prenda o comiendo algo rico.
Durante otros veranos los vendedores de sombrillas caminaban por la arena con una gran variedad de toda clase y precio, incluso llevaban todo tipo de juegos de playa. Ahora recorren las playas con un solo modelo de sombrilla, de buena calidad de dos metros. En Villa Gesell por ejemplo los vendedores venden sombrillas grandes y reforzadas a $65.000, dicen que “si alguien busca una más barata esas que el viento las da vuelta pueden traerlas y no bajan de $25.000”. Pero cuando la charla avanza el vendedor baja el precio a $60.000. Para no darse por vencido en el último minuto hace otra oferta, la misma sombrilla de dos metros la ofrece a $55.000. Confiesa que vendió poco y necesita hacerse de unos pesos.
Los carritos con choclos siguen siempre vigentes, no hay tantos como tras temporadas, pero están. Ofrecen cada choclo a $3.000 en las playas de Gesell, el verano pasado estaba $2000, la suba es del 50%. Pero ojo, en Valeria del Mar un choclo ya cuesta $4.000.
Con el pancho ocurre algo similar, grandes, con papas y toda clase de salsas un super pancho vale $3.000. El verano pasado en Gesell lo vendían a $1.500, el aumento es del 100%. Mientras en Mar del Plata un pancho con gaseosa se consigue por $3.500.
Casi no se vieron los carritos que ofrecen licuados, ni últimos días del 2024 y ni las primeras horas del 2025. Si venden licuados en los paradores de las playas a $6.700.
Antes en lo que respecta al pancho había una gran competencia, ahora está la marca líder de la zona y otra que vende una docena de churros que se vende a $9000, pero si no alcanza y se compra la media docena el valor sube a $5.000. En Valeria del Mar la docena de churros top asciende a $12.000.
La competencia se da con la venta de chipá, cada vez más vendedores, los precios varían según el tamaño y la cantidad elegida. Los helados de agua valen desde $5.000.
La bebida en la playa es lo que menos parece haber aumentado un agua $2.000, una gaseosa $2.500. Chicos recorren las playas ofreciendo dos mega sándwiches completos de milanesa a $16.000 para que coman 4 o 5 personas, si se compra una solo el precio pasa a ser de $9.000.
Manteros en la Costa
Los manteros ambulantes se pasean en las playas con anteojos que en Once al por mayor los venden a $1.300 cada uno; en las calles porteñas rondan los $5.000/$6.000 y en las playas ya cotizan $8.000. Anteojos para hombres y mujeres, para adultos y jóvenes, de colores, esos que prometen toda clase de protección UV pero todos sabemos que no tienen ninguna clase de protección, pero lucen bien.
La moda en la playa siempre está vigente: vestidos con tejidos industriales de varios modelos y colores se ofrecen por $15.000. Los carritos con vestidos tienen gangas desde los $12.000, pero los más lindos cuestan $25.000, al igual que los buzos.
Las mallas de dos piezas se pueden elegir en algunos comercios de la calle 3 y en la playa. Tiradas en mesas gigantes se ofrecen dos piezas a $15.000. Hay más variedad en otra mesa a $20.000.
En general, los vendedores cuentan que hasta ahora mucho no venden.Pero confían que en los próximos días lleguen turistas de esos que no sólo vienen a pasar las fiestas, sino que se quedan varios días. Aunque se sabe que las estadías no van a ser muy largas, se espera que gasten. Los balnearios todavía tienen las carpas un poco vacías. Hay de todo para elegir.