Hace apenas un año que la inteligencia artificial (IA) generativa tuvo su boom gracias a ChatGPT, el modelo de lenguaje que OpenAI hizo público y que catapultó nuevamente a Microsoft. La cara del chatbot, tanto para lo bueno como para lo malo, fue siempre la misma: Sam Altman, CEO de OpenAI y cofundador de la empresa junto a Elon Musk. Hoy, en una decisión sorpresiva, la compañía decidió despedir a Altman "con efecto inmediato".

"La salida de Altman se produce tras un proceso de revisión deliberante por parte de la junta, que concluyó que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades", dijo la compañía en su publicación de blog. "La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI", sentenció.

En el último tiempo, Atlman había admitido que estaba "un poco asustado" con el desarrollo de la inteligencia artificial y todo su potencial, a tal punto que le pidió a Estados Unidos que regulara la tecnología para evitar problemas. “Mi peor temor es que causemos un daño significativo al mundo”, confesó.

 

ChatGPT y OpenAI se quedan sin su CEO

El despido de Altman cayó como un baldazo de agua fría entre los mismos empleados de OpenAI, ya que el ejecutivo había sido la cara visible de ChatGPT y la compañía después del boom del año pasado. Según comentaron distintos trabajadores de la empresa en redes sociales, nadie se esperaba la salida y muchos se enteraron por el anuncio en el blog. 

Altman fue uno de los fundadores de OpenAI en 2015 tras haber pasado, entre otros lugares, por YCombinator, la aceleradora de startups más importante de Silicon Valley. Fue el copresidente junto a Elon Musk, hasta que el dueño de X (antes Twitter) se fue en 2018 por un posible conflicto de intereses con Tesla.

A partir de entonces, impulsó la reestructuración de OpenAI y la llevó hacia una formación más similar a la de una empresa al uso (se montó como una fundación) con el fin de recaudar capital para lograr seguir avanzando en su objetivo de garantizar que la inteligencia artificial generativa "beneficiase a toda la humanidad".

La semana pasada, Altman habló en la conferencia DevDay de la compañía, donde anunció un conjunto de nuevas actualizaciones importantes para competir con otras grandes empresas de tecnología como Microsoft y Google. Altman también habló en la conferencia de Cooperación Económica Asia-Pacífico del jueves.

Qué pasará con OpenAI y ChatGPT

OpenAI también anunció que el cofundador Greg Brockman dejará su cargo de presidente de la junta directiva, aunque Brockman permanecerá en la empresa. Medios estadounidenses reportaron que la compañía se negó a hacer comentarios sobre las salidas. 

Quien reemplazará a Altman es la directora de tecnología, Mira Murati, que oficiará de interina hasta que se designe el sucesor permanente del director general. “Dado su largo mandato y su estrecho compromiso con todos los aspectos de la compañía, incluida su experiencia en gobernanza y política de IA, la junta cree que está excepcionalmente calificada para el papel y anticipa una transición sin problemas mientras lleva a cabo una búsqueda formal de un CEO permanente”, dijo la compañía en su comunicado.

Microsoft, que invirtió miles de millones de dólares en OpenAI, le djo a The Verge que seguirá su asociación con la empresa. "Tenemos una asociación a largo plazo con OpenAI y Microsoft sigue comprometido con Mira y su equipo mientras llevamos esta próxima era de IA a nuestros clientes", según un comunicado enviado por el portavoz de Microsoft, Frank Shaw.

Murati, mientras tanto, tendrá un enorme desafío en sus manos: deberá conducir una empresa que vale 86.000 millones de dólares y está al frente de la carrera por la inteligencia artificial. En este sentido, deberá lograr mantener ese primer puesto frente a competidores feroces como Google, que cuenta con una billetera enorme y productos que ya probaron su eficacia.