Pagaron 142 millones de dólares por un auto y rompieron todos los récords
La venta de un coche alemán de 1955 lo convirtió en el objeto más caro jamás subastado. El mercado de autos clásicos como activo de inversión de ultra lujo que supera al arte y al oro.
¿Qué puede valer más que un Picasso, un diamante o un jet privado? La respuesta es un auto. Un rarísimo 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955 fue vendido en una subasta secreta por 142 millones de dólares, estableciendo un Récord Guinness como el automóvil más caro de la historia y, de hecho, el objeto más caro jamás vendido en una subasta, duplicando el récord anterior de una obra de arte.
Solo se fabricaron dos unidades de este modelo, considerado el "santo grial" de los autos. Su venta, realizada por RM Sotheby's a un coleccionista privado, no es una simple transacción; es la coronación de los autos clásicos como una de las clases de activos de inversión más rentables del mundo.
El auto como inversión de alto rendimiento
Mientras las acciones y las criptomonedas fluctúan, el mercado de autos clásicos de alta gama ha mostrado un crecimiento sostenido durante la última década. Según el Knight Frank Luxury Investment Index, los autos de colección han superado en rendimiento a activos como el vino, los relojes y el arte. "Son 'trofeos' que se pueden disfrutar, exhibir y que, además, se aprecian en valor", explican. "La rareza, la procedencia y la historia son los factores que crean un valor que trasciende lo material".
Este récord también refleja una tendencia en el mercado del ultra lujo: la búsqueda de lo absolutamente único. "En un mundo donde la riqueza se puede medir en acciones o bienes raíces, poseer un objeto del que solo existen dos unidades te coloca en una categoría diferente", afirman los expertos. La venta del Uhlenhaut Coupé demuestra que, en la cima de la pirámide económica, el verdadero lujo no es el precio, sino la imposibilidad de ser replicado.