Se alquila el local de la histórica confitería Richmond y renace la ilusión de su reapertura
La cadena Just for Sport cerró su local y piden $900.000 por mes de alquiler. Custodiado por vecinos y ONG, si no es un local gastronómico deberá tener un espacio que recuerde al bar notable
Renace la esperanza, otra vez el local de la histórica confitería Richmond de Florida 468, está vacío y se alquila. Este bar notable que estuvo abierto desde 1917 hasta el 2011 y en 2014 se convirtió en una mega tienda de la cadena Just For Sport, volvió a quedar libre.
Hace dos meses, la caída del consumo bajó la persiana de la tienda de ropa deportiva y hace pocos días, colgaron el cartel de alquiler. La inmobiliaria Paredes Brokers pide $900.000 mensuales, que pueden ser negociables, por este local de 11 metros de frente por 60 metros de fondo, más un sótano. Pero los nuevos inquilinos, deben respetar la memoria de la histórica confitería, algo que no se aclara muy bien.
Hace ocho años, cuando cerró, los vecinos y varias ONG se movilizaron y lograron que la Legislatura aprobara una ley declarando a la Richmond como "sitio histórico". Hoy el edificio forma parte del patrimonio histórico y cultural de la Ciudad, protegido por la ley 1227.
En una dura batalla, en 2012, el juez Fernando Lima emitió una orden de amparo que prohibía vender o hacer algún tipo de obra sobre la Confitería Richmond sin la aprobación previa del Ministerio de Cultura de la Ciudad, en ese entonces a cargo de Hernán Lombardi, hoy titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la República Argentina. Hubo varias causas en lo contencioso administrativo y en lo penal.
Pese a todo, Lombardi autorizó el desembarco de la cadena Just For Sport y lo único que les exigió fue un rincón de memorabilia. La casa de deportes para no ser clausurada abrió una zona de bar con ocho mesas que ocupaba no más del 10% de lo que fue la histórica Richmond. Para poder tomar algo, había que ir a la caja y pagarlo previamente. Ya no quedaba ni la sombra del tradicional bar.
Tres años después, en 2017, cuando los dueños de Just for Sport creyeron que a nadie le importaba recordar a la histórica confitería "sacaron todas las mesas thonet con centro bordó, sus sillones estilo Chesterfield de madera tallada y no quedó rastro", recuerdan los vecinos.
La ex legisladora María José Lubertino y otras asociaciones como "Basta de demoler" pusieron el grito en el cielo. Le exigieron al ministro de Cultura porteño que haga algo y volvió el rincón de memorabilia. En estas épocas en las que el bar Plaza Dorrego está cerrando y La Giralda será reabierta, no se pierde la esperanza en volver a ver un local gastronómico en ese sitio histórico.
Lubertino explicó a BAE Negocios: "Esperamos que lo reabran como cafetería y que se restituya el honor y la historia de ese lugar. Bajo ningún concepto, los vecinos dejaremos que se retroceda con lo logrado en el fallo. Junto a las ONG nos vamos a encargar que lo que pongan ahí, respete aunque sea el rincón de memorabilia".