Comienzan las clases y este año los gastos se multiplicaron. Los colegios ya no deberán informar a la Secretaría de Comercio cuánto aumentan sus cuotas. La canasta escolar trepó casi un 400% respecto al 2023, los guardapolvos, las mochilas y el calzado escolar subieron, todo es un dolor de cabeza. Se suma el transporte escolar que ha duplicado su valor en algunos casos.

Pablo Camacho es presidente de la Asociación de propietarios de ómnibus escolares de turismo y afines (APOETA), aunque explica que hoy sólo representa al transporte escolar. Un mapa del sector muestra que hay 7.500 transportes escolares en todo el país, de los cuales 1.000 están sólo en la Ciudad de Buenos Aires. Antes de la pandemia en suelo porteño eran 1.500. El sector da trabajo a 15.000 personas teniendo en cuenta que trabaja un conductor y una celadora.  

El nuevo ciclo lectivo 2024 implicará un desembolso de dinero bastante significativo, sobre todo para las familias cuyos niños se trasladan a la escuela en el transporte escolar. “Nuestro sector no tiene ni tarifa regulada, ni subsidio en el gasoil, la tarifa se basa en la oferta y la demanda. En general, por colegio hay un solo transporte. Si hay dos es porque hacen una zona diferente. En estos casos lo que deberíamos hacer es agregarle a la tarifa mensual la inflación que marca el INDEC, por supuesto que no se puede otorgar a la tarifa y se se va licuando y eso complica el funcionamiento del transporte escolar”, aclaró Camacho.

El presidente de la asociación que núclea a propietarios de transporte escolar explicó que en general, los aumentos se dan en julio tras las vacaciones y en octubre, en noviembre y diciembre no hay ajustes. “Comparadas con las tarifas del año pasado, las subas varían entre un 70 y un 100%.  No tenemos las mismas tarifas porque hay recorridos puerta a puerta, o por un trayecto, los padres esperan en la avenida. Hay recorridos más exclusivos para buscar chicos que viven en countries y son más caros.

Los padres comienzan a llamar desde diciembre del año anterior para poder saber valores, algo que es complicado de estimar en un contexto donde la suba de combustibles no deja de subir. “La inflación y la situación que estamos viviendo, a veces dificulta la contratación del transporte. Hay varias bajas, otros porque ya terminaron la escuela. Las combis tienen lugar para 15 chicos, no nos podemos dar el lujo de perder uno o dos. Siempre tratamos de ponernos de acuerdo, pero no podemos hacer mucha rebaja. Cuando hay un hermano cobramos un 50% al hermano, pero se complica”, señaló Camacho.

La gran pregunta es cuánto costará este año mandar a un niño al colegio en transporte público. “Si bien no todos los servicios son iguales, en promedio un servicio básico costará $70.000 mensuales de ida y vuelta hasta 20 cuadras alrededor de la escuela y uno más exclusivo donde hay que buscar al niño adentro de un country o van con aire acondicionado puede costar $100.000 o más. Con una inflación anual del 211% se complica, se encarecieron mucho los insumos. El gasoil subió un 330%, una cubierta cuesta $550.000 son costos muy elevados para mantenerlos. Lo mismo pasa en todos los sectores”, explicó.

La familia de Pablo Camacho se dedica a esta actividad hace casi 57 años. “El transporte escolar puerta a puerta tiende a desaparecer por el teletrabajo, por los autos contratados por aplicación, por el contexto, hay menos demanda. La situación es muy compleja con la quita de subsidio al transporte público, el transporte escolar se puede haber beneficiado”, comentó. Ir y volver con el niño al colegio implica, sólo en el mayor cuatro boletos, el mínimo está $270. Si bien hay descuento en la vuelta, los números no dan.

"Año a año hay menos transporte escolar porque nos cuesta mucho renovar las unidades. Ahora siguen muchos porque desde la pandemia nos prorrogaron un año más y dos años más en pandemia. Un vehiculo escolar en la Ciudad y el conurbano tiene 22 años de vida útil, pero en general el interior tienen 10 años. Es muy difícil acceder a una unidad moderna. En las páginas de compra y venta de micros se puede ver que hay muchos que se venden", explicó desde la asociación que nuclea a propietarios de combis y micros escolares.

Sin duda hay una gran diferencia en que un chico viaje sólo o lo lleven y lo traiga desde la puerta de su casa. Pero cada vez menos familias pueden darse el lujo. Es la forma de traslado más seguro para los chicos, repiten los encargados de cuidar la vida de los chicos ida y vuelta del colegio.