Una empresa contrató empleados hasta julio y comenzó a despedir post PASO

El grupo brasileño Dass siempre es el primero en reaccionar con despidos ante los cambios políticos y de reglas de juego. Con casi una veintena de plantas en Brasil comenzó a despedir

gmoreno

Hasta mitad de año, todo parecía marchar viento en popa en la planta misionera del grupo brasileño Dass que ensambla zapatillas. En julio sumaron 50 operarios y alcanzaron los 570 en El Dorado. Pero post PASO, en septiembre comenzaron los despidos que llegaron el viernes pasado a 80.

El Grupo Dass es la mayor operación integrada de gestión y sourcing (abastecimiento) para marcas deportivas en América Latina. Con más de 28 mil empleados en Brasil y Argentina,  cuenta con dos plantas en el país en Misiones y en Coronel Suárez. Fabrica para Nike, Fila, Asics, Umbro en El Dorado y para Adidas y Topper en Coronel Suárez. El problema que aduce para los despidos es la traba en insumos que no se da ni con Nike ni con Adidas en sus plantas sino con la marca italiana Fila que fabrica en Brasil.

 

Dass abrió sus puertas en El Dorado el 21 de agosto de 2007.  Comenzó incorporando 8 trabajadores, en 2009 ya tenía 300 y arrancó su época de auge hasta 2015, fecha en que Dass llegó a tener 1500 trabajadores. Con el cambio de gobierno, la apertura de las importaciones y las nuevas reglas, entre 2015 y 2019 Dass despidió a 1200 trabajadores. Atravesó la pandemia con apenas 300 operarios.

En mayo de 2021, fue el presidente Alberto Fernández y toda la plana mayor de Dass de Brasil para anunciar una inversión y la incorporación de 200 trabajadores, al poco tiempo eran 600 operarios. Pero con cada viento, Dass es la primera empresa ensambladora en despedir. El año pasado los brasileños despidieron a 100 y por la lucha de los trabajadores los reincorporaron. En septiembre volvieron a despedir, a poco menos de un mes de conocerse el triunfo de Javier Milei en la provincia de Misiones con un 43,03% y en el país. Hasta el viernes pasado, los operarios querían entrar a la planta y eran recibidos con la noticia del despido.

Dass fábrica de zapatillas
Su época de auge fue en 2015 cuando llegó a tener 1500 empleados en 2019 quedó con 300

El martes hay una audiencia por zoom entre la empresa, los trabajadores y el ministerio de Trabajo para ver si se declara la Conciliación Obligatoria. Desde Dass no respondieron a las consultas de BAE Negocios. De las 15 líneas de producción que tenían, ya cerraron 2 y quedan 13. La empresa planteó que los despidos se deben a la falta de materiales y por tema cupos.  

Uno de los delegados de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado señaló a Norte Misionero: “todos los compañeros están preocupados por la situación y por cómo se vienen desarrollando las cosas, le solicitamos a la empresa  que diga cuál sería el motivo de dar de bajas a los compañeros en esta semana. No sabemos si es falta de pedidos,  insumos han llegado, entonces no sabemos cuál sería la el motivo real para dejar sin trabajo a estos compañeros. Acá hay gente con antigüedad, gente que no ha pasado el período de prueba”.

En el sindicato y en el sector del calzado, aseguran que “las empresas de capital brasileño siempre especulan, prefieren traer todo terminado y cerrar las fábricas”. Saben que si se cambian las reglas de juego y se abre la importación, podrán traer producto terminado de Brasil donde tienen 17 plantas propias y no tendría sentido seguir ensamblando en Argentina.

Media sanción a la ley del calzado

La historia se repite, gobierno tras gobierno. Por eso desde el sector, se impulsó una ley que crea el Régimen sectorial de la industria del Calzado. En la madrugada del 11 de octubre, el mismo día que se votó el compre sin IVA se aprobó con media sanción en Diputados y 127 votos afirmativos y 88 en contra la ley que crea el Régimen. Una ley prioritaria para el gobernador Axel Kicillof, ya que la provincia de Buenos Aires alberga el 70% de la mano de obra del calzado en el país.

El proyecto fue impulsado por la diputada Coty Alonso de Unión por la Patria, oriunda de Chivilcoy. Conoce de cerca la problemática porque en su ciudad está una de las principales plantas ensambladoras del país. Si logra aprobarse dará previsibilidad al mercado nacional, reduciendo en 10 años la importación de calzado a un 12,5% y bajando el ingreso de partes producidas en el exterior a un 50%. Busca transformar la matriz del sector, por eso acelera el desarrollo de bienes que actualmente la industria debe importar y libera dólares. Impulsa el blanqueo de trabajadores  para generar industrias capaces de producir para marcas internacionales y proveer a empresas exportadoras. Crea un nuevo etiquetado para hacer liquidaciones reales de fin de temporada.

“Argentina no es un jugador de calzado como Brasil porque no hemos desarrollado la industria proveedora de piezas y partes. Tenemos cueros, hilados, polímeros, pero hacemos agua al momento de transformar eso en un calzado de medias y altas prestaciones tecnológicas, para fabricarlos debemos importar de oriente capelladas y suelas técnicas que requieren de procesos tecnológicos que no están en el país. La ley crea las condiciones para que se pueda desarrollar la industria”, señaló a BAE Negocios, Juan Recce de Bicontinentar.

Esta ley dará previsibilidad y reglas claras para un sector como la industria del calzado que hoy da trabajo a 55.000 personas, sólo en Buenos Aires hay 720 empresas, el 60% del país. En el sector de empresas ensambladoras de calzado deportivo hay 7 grandes empresas y sólo Puma tiene una planta propia en La Rioja.

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