LUNES CON SORPRESA

El Gobierno intervino para destrabar una huelga en 50 líneas de colectivos

La puja interna de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) derivó en una huelga "sorpresiva" que complicó el transporte público. El Gobierno no dudó en apuntar a la oposición en el gremio de los choferes para detonar la medida e intervino en el conflicto, al que definió como "un incumplimiento contractual" por el no pago de salarios

lautalan

Una medida de fuerza sorpresiva dejó sin servicio a más de 50 líneas de colectivos en la zona del AMBA. El conflicto se desató a partir de un reclamo gremial de los trabajadores del Grupo Dota quienes exigieron el pago de salarios adeudados y recién levantaron el paro cuando el Gobierno tomó intervención frente a los inconvenientes que detonó esa huelga en el área metropolitana. El ministerio de Trabajo de la Nación les acercó una propuesta a los choferes, a través de una audiencia que se realizó de manera virtual, la cual señalaron desde esa cartera, fue aceptada por los trabajadores en asamblea.

"No hay conflicto de intereses acá, esto es un incumplimiento contractual", resumió la ministra de Trabajo, Kelly Olmos.

Pero además el Gobierno apuntó que la situación también está enmarcada en la propia interna del gremio de los choferes, atribuyendo el paro al sector que resultó derrotado en la elección pasada que se desarrolló en la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Esa puja gremial viene de años atrás y ya registró incluso choques violentos en la sede sindical hace algunos años. En dicho marco la conducción de la UTA, al mando de Roberto Fernández, apunta a los Camioneros liderados por Hugo y Pablo Moyano de apoyar explícitamente a la Agrupación Juan Manuel Palacios, que encabeza Miguel Bustinduy.

Un mundo de 20 asientos

El paro se extendió a la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, tuvo inicio en los primeros minutos del lunes y dejó fuera de servicio a las líneas: 5, 6, 7, 8, 9, 20, 21, 23, 24, 25, 28, 31, 44, 50, 51, 56, 57, 74, 76, 79, 84, 91, 99, 101, 107, 108, 117, 135, 146, 150, 161, 164, 168, 177, 188, 263, 271, 299, 370, 373, 384, 385, 388, 403, 405, 421, 429, 435, 503 San Vicente, 514 Almirante Brown y 520 Lanús.

La UTA, por su parte, apuntó al grupo Dota y pidió sanciones para el mismo, aseverando a través de un comunicado que "el conflicto es con las empresas que no pagan los salarios, no con el Estado Nacional, ni con los gobiernos, ni los usuarios de sericios". En el mismo texto advirtieron "no seremos funcionales a un planteo empresario de subsidios ni compensaciones como pretenden llevarnos".

Desde los primeros minutos del lunes los choferes se presentaron en las diferentes cabeceras de las líneas pero advirtiendo que sólo prestarían servicios si se abonaba la deuda salarial. El Gobierno vinculó la medida de fuerza sorpresiva con el conflicto interno en el gremio de los choferes.

En efecto, el secretario de Articulación Jurisdiccional del Ministerio de Transporte de la Nación, Marcos Farina, aseguró que la medida de fuerza "no es un paro de la UTA sino de un sector de los trabajadores compositores de la dirigencia de la UTA que perdieron la elección en septiembre", según consignó la agencia NA.

El funcionario incluso remarcó que esa unión tranviaria jornadas atrás firmó su convenio de salarios. Dicho pacto se rubricó casi en un 27% para el primer semestre, con incrementos escalonados con el siguiente desglose: un 10% en enero, 10% en marzo, y 7% para mayo, con cláusula de revisión prevista para julio.

 

 

 

 

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