Tras los hechos de violencia de ayer afuera del Congreso, el Gobierno impulsará “lo antes posible” la deportación de los extranjeros detenidos por las fuerzas de seguridad mientras se debatía el presupuesto nacional.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo que están en contacto con la Justicia para que los implicados “tengan un juicio abreviado y sean deportados”. Se trata de Felipe y Víctor Uleo – de 23 y 31 años – de origen venezolano; Luis Fretes de 36 años de Paraguay; y Baran Anil de 27 años de Turquía. El jefe del bloque de Argentina Federal, Miguel Angel Pichetto, había reclamado que esperaba que los extranjeros “estén listos para salir del país”.

El Ejecutivo inició un diálogo con el juez y fiscal de la causa para que se los someta a un juicio y sean deportados a sus países de origen. Según explicó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, los detenidos “no tenían antecedentes”. En enero de 2017, Mauricio Macri firmó un decreto de necesidad y urgencia -70/2017- que fijaba condiciones más estrictas para el ingreso y permanencia de extranjeros en el país, que fue declarado por “inconstitucional” por la Justicia. Sin embargo, el oficialismo aseguró que el DNU “está en vigencia” y que en el último año “hubo más deportaciones que en los últimos 10 años”.

En cuanto a la jornada de manifestaciones en las afueras del Congreso, Bullrich afirmó que “este Gobierno no se va a dejar avasallar” por las “acciones violentas producidas por miembros de agrupaciones”. Por su parte, Frigerio repudió “los hechos de violencia” y auguró que la Justicia “logre responder quienes son los que incentivan a estos grupos”

Para Cambiemos, la violencia no estuvo sólo en las calles sino también adentro del Parlamento. Apuntaron también a los sectores de la oposición. “La violencia fue adentro y afuera bancada por los diputados. Quisieron sobrepasar a la policía dándoles ordenes”, afirmó Bullrich.

“Esperamos que los diputados salgan repudiar la violencia como haría cualquier demócrata”, reclamó la funcionaria en una conferencia tras la reunión de gabinete en la Casa Rosada.

Bullrich resaltó que las “agrupaciones de violentos” tenían armas caseras para “atacar al Parlamento” y descartó que las fotos de infiltrados que aparecieron tengan relación con alguna fuerza de seguridad, como denunció el diputado Agustín Rossi.

“Son manifestantes. Tienen una información que no es correcta. Deben hacerse cargo”, contestó la ministra a las acusaciones del legislador del Frente para la Victoria.

En cuanto a la seguridad del G-20, Bullrich afirmó que “está asegurada” por una “mayor dispositivo de seguridad”. “Va a ser ordenado y pacífico, y si alguno quiere intentar lo contrario se va a actuar”, advirtió.