La convocatoria del presidente Alberto Fernández a empresarios y sindicalistas para rubricar un acuerdo de precios y salarios por 60 días encendió reacciones gremiales. A pocas horas de la reunión que, presumiblemente este jueves, el ministro de Economía, Sergio Massa, desarrollará con esos mismos actores para definir mejoras de salario en el sector registrado y en la franja que percibe entre $50.000 y $150.000, los dichos del Jefe de Estado potenciaron malestares a cielo abierto y con puertas cerradas.

Más que un dato de color es que para la convocatoria de Massa algunos sindicatos de relevancia no ocultaron su sorpresa ya que no les había llegado comunicación oficial al respecto.

Con las expresiones del Presidente tomó vigencia una mensura gremial en cuanto a que si en letras de molde un gobierno habla de "acuerdo de precios y salarios" lo que sucede es que "sólo se congelan salarios". El escenario económico, mientras tanto, certifica que hasta las empresas presumen reabrir paritaria a la brevedad y que esa propuesta presidencial "le pasa por arriba a la discusión sumas fijas o paritarias", que divide a la CGT según fuentes gremiales.

El referente de la Corriente Federal (CFT) Héctor "Gringo" Amichetti (Gráficos), ante la consulta de BAE Negocios dejó una fuerte definición: "Es vieja e infructuosa la historia de los acuerdos de precios y salarios entre empresarios y sindicalistas. Aquí lo que corresponde es que el Gobierno intime a las empresas formadoras a retrotaer los precios que aumentaron para cubrirse de una posible devaluación y alentar la rediscución en paritarias de las escalas salariales que han quedado desfasadas por el brutal índice de julio que en alimentos supera el 10% mensual. No puede haber acuerdo entre los que sacaron ventaja de la corrida y quienes resultamos afectados".

Desde los dichos presidenciales y en particular con los buenos números que conocieron de la actividad industrial este martes, fuentes de la UOM reafirmaron su tesitura: "Las empresas ganaron y ganan, mientras los salarios pierden", señalaron, para descartar además su adhesión a la propuesta que esbozó el jefe de Estado. "Ni en sueños", resumieron los metalúrgicos.

Otro poderoso gremio industrial, Smata, se pronunció a través de uno de sus referentes Mario "Paco" Manrique, quien también es secretario gremial en Azopardo. "Recuerdo la frase sobre 'declararle la guerra a la inflación' y al final no pudimos tirar dos cebitas. Hay que asumir que estos muchachos, los empresarios, sólo comprenden cuando se les aplican las leyes y las leyes están", subrayó el sindicalista para acotar además que en la mesa de acuerdo para precios y salarios "lo más urgente es fijar sobre qué base de precios se hará, porque los salarios se frenan fácil", remarcó en diálogo con radio El Destape.

Por su parte el titular de la secretaría de Políticas Educativas de la CGT, Sergio Romero (UDA), hizo foco en que a los formadores de precios "se les fue la mano". En diálogo con la agencia Télam Romero ponderó: "Se deben reabrir las paritarias para poner en valor los salarios, como ocurrirá en septiembre próximo con los gremios docentes".

Como elemento de combustión se sumó la postergación del Consejo de Salario, al 22 del corriente para aumentar el ingreso mínimo, en razón de la ausencia por un viaje del titular de la UIA Daniel Funes de Rioja. "Bueno, está perfecto, paremos el pais, paremos la UIA y todo", ironizó Manrique (Smata). El cambio de fecha, según oficializó el Gobierno, fue a pedido de la UIA y la CGT.