Fracasó la audiencia en Trabajo por el conflicto de Aceiteros
Sin fecha para nueva reunión, los sindicatos mantienen sus medidas de fuerza
Luego de 12 horas de deliberaciones en uno de los auditorios del Ministerio de Trabajo, fracasó la reunión convocada por el Gobierno para zanjar el conflicto desatado en el sector agroexportador. No se fijó fecha para un nuevo encuentro.
El gremio disparando críticas al empresariado por “intransigencia”, las cámaras patronales sosteniendo que se habían “avasallado” términos básicos de negociación salarial resumen el escenario.
Tópicos paritarios excluyentes: la revisión del acuerdo pactado en abril, el eje crucial de la pulseada. Entrada la noche, fuentes del Gobierno le destacaban a BAE Negocios que el propio ministro de Trabajo, Claudio Moroni, monitoreaba el maratónico debate. La intención oficial era que ayer se definiera un punto final en el enfrentamiento que mantiene paralizados los puertos cerealeros, con la consiguiente pérdida económica.
Una de las voces empresarias fue la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), la cual apuntó que los sindicatos no cumplieron con el pedido de levantamiento de las medidas “formulado por los funcionarios, demostrando la falta de voluntad de diálogo”.
Incluso sostuvieron que no se logró conformar una mesa de negociaciones “efectiva y real”, como consecuencia de que la Federación que lidera Daniel Yofra y el Sindicato de San Lorenzo (Santa Fe) “incrementaron los reclamos salariales originales”.
En su descargo, las patronales también apuntaron que ambas organizaciones “impidieron, lisa y llanamente, el ingreso de personal a las plantas industriales facultado para tomar medidas de seguridad para prevenir riesgos ambientales y daños a las instalaciones. Esas medidas exceden el legítimo ejercicio del derecho a huelga”.
El perjuicio económico que estimaron las cámaras, a la fecha en USD800 millones, no faltó tampoco en la posición de las entidades. “La profundización de las medidas de fuerza afectan a todos los puertos y plantas aceiteras en el país, bloquean la exportación y el ingreso de divisas”.
Por su parte, desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (Ftciodyara) le remarcaron a este diario que la discusión “se encuentra estancada debido a la intransigencia patronal”.
En ese plano reivindicaron la huelga que continuarán desarrollando junto a la Unión Recibidores de Granos y Anexos (Urgara) que encabeza Pablo Palacio, en coincidencia con la medida de fuerza del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo (SOEA), “lo que implica la paralización total de la producción de aceites, subproductos y exportación de granos en todos los puertos cerealeros”.
Aceiteros además ratificó su postura para que la mejora de sueldos se calcule en base al Salario Mínimo Vital y Móvil. “Una vez más estamos dando ejemplo de conciencia y unidad obrera en estas jornadas que ya son históricas. La gran huelga nacional es la respuesta de los trabajadores ante la prepotencia de las patronales para quienes fuimos esenciales a la hora de mantener la producción desde el primer momento de la pandemia, pero dejamos de serlo a la hora de reclamar el salario que nos corresponde para una vida digna”, manifestaron desde Ftciodyara.
Los sindicatos insisten en que las cámaras “buscan el desgaste del Gobierno” y que al dimensionar en números la pérdida que provocan las medidas de fuerza, confirman que la pretensión salarial no es “antojadiza”, sino que se traza en un rubro donde la pandemia no determinó una sola jornada sin actividad.