La Confederación General del Trabajo (CGT) se pronunció con un enfático rechazo al cierre de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), una decisión oficializada el lunes por el Gobierno nacional como parte de su reestructuración del Estado. La medida había sido anticipada por los propios gremios del sector.

A través de un comunicado firmado por su Consejo Directivo, la central obrera expresó su repudio a la medida y se puso a disposición para respaldar acciones en defensa de los trabajadores y de la seguridad vial. En ese marco, calificó como “intempestivas e improvisadas” las decisiones del Ejecutivo, que incluyen además el cierre de la Comisión Nacional de Tránsito y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

Según el texto, como lo vienen advirtiendo los sindicatos del área, la eliminación de estos organismos pone en riesgo miles de puestos de trabajo y “transforma las carreteras en un espacio de abandono”, con consecuencias potencialmente fatales para millones de personas. “Estas decisiones afectan directamente la seguridad de nuestras rutas y el sustento de quienes las mantienen”, alertó la CGT.

El Decreto 461/2025, publicado en el Boletín Oficial, forma parte del plan del gobierno libertario para reducir el gasto público, eliminando estructuras que considera superpuestas. No obstante, la CGT denunció que el recorte prioriza la incertidumbre laboral por sobre la infraestructura y la prevención de accidentes viales, una de las principales causas de muerte en el país.

Sin anunciar por el momento medidas de fuerza como un nuevo paro general, la CGT formalizó su respaldo a los trabajadores de Vialidad y abrió la puerta a una eventual escalada del conflicto con el Ejecutivo. Al mismo tiempo, la situación expone con claridad las diferencias internas de la central entre los sectores más proclives al diálogo institucional y los que reclaman una respuesta más contundente.

Estas tensiones se entrecruzan con la propia interna del peronismo, donde los alineamientos gremiales se dividen entre los sectores que mantienen fidelidad con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y los que, en el actual contexto, respaldan la figura del gobernador bonaerense Axel Kicillof.

En los hechos, la eliminación de la DNV implica un cambio de paradigma: el Estado se retira de una función estratégica como es el mantenimiento y planificación de la red vial nacional, y delega esa responsabilidad en un nuevo ente bajo control del Ministerio de Economía. Para la CGT y los sindicatos del sector, esto no solo significa el deterioro de las condiciones laborales y la pérdida de empleos, sino también una amenaza directa a la soberanía sobre las infraestructuras clave del país.

 La posición cegetista respecto al capítulo desguace de Vialidad