MÁS QUE PARITARIAS

UOM: ¿Dialogar para qué?: Furlán interpela el modelo libertario y al Consejo de Mayo

A 30 días hábiles de firmada, la paritaria metalúrgica sigue sin homologación. El gremio denuncia el deterioro salarial, la caída del empleo y desestima el foro impulsado por el Gobierno. “No se puede hablar de informalidad cuando frenan la obra pública”, advierten en sintonía con la Uocra 

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“¿Dialogar para qué?”, se viene preguntando el secretario general de la UOM, Abel Furlán, respecto a la paritaria de metalmecánica firmada el 4 de junio pero aún sin homologación. La misma pregunta, dicha en voz alta, se extiende también al Consejo de Mayo que el Gobierno intenta reanimar.

Una frase de tres palabras que resume no solo la negociación colectiva de un gremio históricamente referencial —acuerdo logrado sin recorrer un sendero de pétalos de rosas con el empresariado— sino también una realidad dura: el salario está bajo corrosión libertaria desde diciembre de 2023 para los y las trabajadoras del sector industrial. La UOM sostiene que “toda paritaria es política”; lo cual la somete no solo a la presión empresaria, sino también a una gestión nacional que colocó a un ex ejecutivo de Techint, Julio Cordero, al frente de la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano.

A conciencia, Furlán, el secretariado nacional y los secretarios generales distritales asumen sin pudores, arrepentimientos ni recelos que la cercanía política con Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof —el gobernador que respaldó el último Congreso de Delegados realizado en Mar del Plata— “les pica el boleto”.

Desde un principio peronista, “la organización vence al tiempo”, suele recordar el secretario general, quien también fue diputado nacional y uno de los impulsores de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT) durante la gestión de Mauricio Macri, aunque hoy sin peso específico.

Furlán describe la coyuntura del sector metalúrgico en tiempos de apertura indiscriminada de la economía y políticas antiindustriales impulsadas por la Casa Rosada. El ingreso de productos terminados desde el exterior, advierte, representa una amenaza directa para el entramado productivo nacional. “Hay cada vez más barcos con containers con productos terminados. Todos sabemos qué significa eso para el entramado pyme que representamos. Cada container es una pyme que cierra”, sentenció días atrás en diálogo con radio El Destape; y acotó que, en las últimas horas, cerraron cuatro empresas del rubro.

Tanto el dirigente metalúrgico como su entorno le remarcaron a BAE Negocios que la situación “irá empeorando” hasta alcanzar un punto crítico para la supervivencia laboral. En esa línea, subrayó un impacto transversal al sector industrial: “La paralización de la obra pública afecta a todos y todas los trabajadores industriales, pero sobre todo a la UOM y a la UOCRA”.

“No es la primera vez que esto pasa en Argentina. En 2001 terminamos con apenas 50 mil trabajadores, cuando en los años ochenta llegamos a ser 500 mil”, remató.

“El tiempo pasa y nos vamos poniendo tecnos”

En relación con la paritaria de las metalmecánicas, cuyos 30 días hábiles desde la firma y presentación del convenio se cumplieron el lunes 21 de julio, la UOM repasa la normativa vigente. Según la resolución 202/13 del Ministerio de Trabajo, si un acuerdo fue presentado ante la autoridad laboral y transcurren 30 días hábiles administrativos sin observaciones ni rechazos, se considera homologado “tácitamente” o “de hecho”. Este principio se enmarca en la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos N.º 19.549, bajo la figura de silencio administrativo positivo.

No obstante, en lo que podría considerarse parte del volumen de “picardías criollas”, fuentes del derecho laboral que asesoran a diferentes gremios advirtieron a este diario: “Si mueven el expediente o introducen una observación interna, se extiende el plazo”.

“Obviamente nada impide que las empresas decidan cumplir el acuerdo aunque no esté homologado. Se trata de un entendimiento entre privados y pueden hacerlo”, agregaron. Esta situación refuerza, una vez más, que “toda paritaria es política”. El sector empresario metalúrgico, salvo contadas excepciones, evita confrontar abiertamente; la mayoría de las firmas empleadoras transitan la era libertaria con cautela discursiva.

La paritaria de la UOM establece aumentos escalonados del 3%, 2% y 1,5%, superando el techo del 1% que pretende imponer el Ejecutivo. No obstante, para el gremio “los números a esta altura son un detalle”. Furlán ha reiterado que la principal demanda reside en la pérdida del poder adquisitivo: “Los sueldos ya no alcanzan ni para garantizar un plato de comida”.

En cuanto a los pasos a seguir, la respuesta es tan abierta como contundente: “No descartamos nada. La gravedad se profundiza día tras día. Estamos perdiendo empleo, y cuando se pierde el trabajo, se pierde la dignidad. Casi que sobra decir que esa es la última frontera”.

El Consejo de Mayo, sin créditos disponibles

Respecto al Consejo de Mayo —que cuenta con participación cegetista— y las eventuales “buenas nuevas” que puedan surgir de ese espacio promovido por el gobierno libertario, la UOM vuelve al diagnóstico de su sector y reitera la frase de su secretario general: “¿Dialogar para qué? Lo decimos sabiendo que la respuesta es obvia...”.

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