Activar el Salario Universal tiene más condicionantes políticos que económicos
No son escollos el acuerdo con el FMI, la salud de las cuentas públicas, ni el propio ministro de Economía Martín Guzmán u otros compañeros del Gabinete con similares responsabilidades. En el oficialismo hay referentes que no ocultan su preocupación por una tormenta que desató tras la PASO 2021 y no tiene final
Con la decisión tomada para otorgar ayuda económica a los sectores más afectados por la escalada inflacionaria, el principal obstáculo para sellar el Salario Universal (SU), una versión más prolija del IFE o el formato que fuere, se traza en estrictas razones políticas.
Léase, no son escollos el acuerdo con el FMI, la salud de las cuentas públicas, ni el propio ministro de Economía Martín Guzmán u otros compañeros del Gabinete con similares responsabilidades. Incluso la concepción de gravar la renta extraordinaria vía ley, allana la travesía hacia el beneficio todavía sin rótulo.
En superficie, la directora nacional de Economía, Igualdad y Género, Sol Prieto, en diálogo con Radio Rebelde, señaló que en el Gobierno "están evaluando la posibilidad de aplicar medidas de excepción para conjurar la caída del poder adquisitivo ante la escalada de la inflación", que en marzo fue un 6,7% intermensual.
La funcionaria, que reviste dentro del Ministerio de Economía sostuvo que no está definido cuál será el mecanismo a adoptar y remarcó el impacto de la caída de ingresos entre las mujeres. "Quizás la herramienta no es la misma que en 2020 con el IFE. Lo que hay que evaluar son diversas herramientas y se están evaluando", reflexionó.
En simultáneo fuentes oficiales, a propósito de datos duros esbozaron alguna mensura sobre monto y cantidad de beneficiarios de la ayuda oficial. Apuntaron que la misma podría alcanzar a un segmento que -de base- tendría 4.000.000 de beneficiarios y beneficiarias, por valor "de la mitad de un Salario Mínimo Vital y Móvil", léase: $23.925.
Ayer nomásEn revisionismo breve, hay otras huellas para el SU con textuales. "El Salario Universal está dentro de lo que pensamos para la reconstrucción. Generaría un gran movimiento en la economía" decía Daniel Arroyo a mediados de 2020 y a cargo del ministerio de Desarrollo Social bajo los azotes de la pandemia. Ese concepto, según lo manifestó el actual legislador a BAE Negocios sigue firme.
En ronda de testimonios Matías Barroetaveña, el titular del CEM reflexionó "no soy fanatico del ingreso universal. A mi me gusta el modelo de la sociedad del trabajo y creo que en la Argentina puede haber trabajo para todos. Pero ante la emergencia así como hubo que hacer moratorias jubilatorias o crear la AUH no me parece una idea a descartar. Siempre que se apueste al crecimiento con inclusión vía trabajo y no quede como una ayuda para que el que este afuera sobreviva con lo minimo sin cargos de conciencia para el resto".
Desde la franja sindical "K" el titular de Metrodelegados Roberto "Beto" Pianelli se pronunció por un bono extraordinario y y resaltó "el Salario Universal no es la solución de fondo.Para nosotros hay que distribuir las horas de trabajo, el Salario Universal es un paliativo para el que hoy no tiene posibilidad de trabajar, está muy bien que el Estado intervenga brindando ayuda, los planes Potenciar Trabajo para las cooperativas y más, eso está buenísimo, de haber un SU tiene que ser para empujar para arriba. Ahora, lo central es cómo distribuís las horas de trabajo"