Desde un conflicto que resume la estrategia del Gobierno frente a algunos gremios y la resistencia de esas organizaciones sindicales a las políticas en desarrollo, se cumplirá este viernes una nueva huelga en transportes.
La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) van al paro por 24 horas desde el mediodía hasta mañana a las 12.
Va de suyo que la medida implica cancelaciones y reprogramaciones de vuelos. Y el contexto se condimenta ya que en los términos legales vigentes, la cartera laboral ya no puede apelar a la herramienta de la conciliación obligatoria para frenar el cese de tareas.

En la previa, el secretario general de la AAA, Juan Pablo Brey, advirtió que "está lucha recién empieza", a lo que el secretario de Transporte, Franco Mogetta, respondió: "Lo que le molesta a la casta sindical es que estamos terminando con sus privilegios".
"Se va a pedir el quite de personería a estos sindicatos que le joden la vida a la gente", dijo el funcionario, amparado en la modificación de la Ley de Asociaciones Sindicales, que se debate en el Congreso.
Lejos de referencias al conflicto de base, la mejora salarial, y que abarca la privatización de Aerolíneas Argentinas se retoma la senda de choque que tuvo ese bloque sindical con la gestión macrista hasta 2019, Mogetta reforzó su visión con la posible "muerte de la casta sindical", y en acento a AAA, APLA y otras las definió como "una de las más rancias, están desesperados por los privilegios que venimos a quitarles y fue para eso que la gente votó al Presidente Milei".
Como publicó BAE Negocios a los sindicatos no los sorprendió que no hubiese oferta paritaria alguna para sus trabajadores en las audiencias que tuvieron lugar en las oficinas del Aeroparque. "Se animaron a decir que no hay razones para aumentar los sueldos", confiaron dirigentes aeronáuticos a este medio.
Aeronavegantes, pilotos y otros sindicatos mantuvieron esta semana un encuentro con la CGT y gobernadores no alineados con La Libertad Avanza, esas organizaciones gremiales asumen que lo que recién comenzó es una serie de batallas, por la guerra de fondo: la privatización de Aerolíneas.
Las referencias históricas al menemismo, el gobierno de Mauricio Macri y la impronta de la gestión Milei, en la visión sindical tienen coincidencias y más potencia por estos días "no solo para demonizar a la dirigencia sindical".
Entre los mecanismos de defensa de los gremios se destaca colocar un conflicto en la órbita global. Por ese andarivel puede considerarse el fuerte pronunciamiento de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) al enviar un texto a la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello.
La ITF manifestó su repudio al Gobierno Nacional por la intención de declarar como "servicio esencial" a la actividad aeroportuaria e imponer niveles mínimos de servicio durante huelgas. "La Argentina corre el riesgo de violar los estándares legales internacionales que se ha comprometido a respetar", suscribió Stephen Cotton, secretario General de esa federación.