En la 62° Reunión del Consejo del Mercado Común y Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur y Estados Asociados, en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, el presidente Alberto Fernández repasó ante sus socios los efectos de la “crisis climática global” que en la Argentina se tradujeron en la sequía y dañaron una economía ya afectada por “la calamidad de una deuda irresponsablemente pedida” por el gobierno del ex presidente Mauricio Macri “e irresponsablemente otorgada por el Fondo Monetario Internacional”. Pidió agregar valor a la producción de materias primas y dio un mensaje claro sobre la búsqueda de un acuerdo con la Unión Europea.

Al hablar de la deuda con el FMI, el mandatario nacional agradeció los apoyos al respecto de sus socios del bloque y marcó que las demoras para avanzar con el acuerdo con la Unión Europea responden a “actitudes proteccionistas” de las grandes potencias del viejo continente, “particularmente notorias con los alimentos”.

En medio del Parque Nacional Iguazú, a Fernández lo escucharon sus pares Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Luis Abdo Benítez (Paraguay) y Luis Arce (Bolivia -estado asociado en 2015-). También el mandatario electo de Paraguay, Santiago Peña y funcionarios de los otros Estados asociados: Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam.

El presidente de la Nación fue el primero en hablar. Se sentaron a su derecha el canciller Santiago Cafiero y a su izquierda el ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa.

Ayer, el titular del Palacio de Hacienda subrayó los beneficios del intercambio comercial en “moneda común” para no requerir de dólares.

Como presidente Pro Témpore del bloque, Fernández arrancó su discurso describiendo el panorama “singular” que atraviesa el mundo. Enumeró “la crisis climática, la pandemia, la guerra en Ucrania”, entre los últimos desafíos y concluyó en que “la globalización cruje. No muere pero se transforma”. Por eso, “América Latina debe observar la regionalización que el mundo vive y a partir de la cual se negocia colectivamente. No puede pasar desapercibida ante nosotros”.

Sobre la sequía y la deuda con el FMI

Alberto Fernández hizo hincapié en las consecuencias de la “crisis climática” sobre la economía de la región y agradeció que, en ese marco, la Argentina haya recibido apoyo de sus socios con el FMI.

“Hacia fines del año pasado cuando los argentinos  sentimos la severidad de la crisis climática. Hoy sobrellevamos los efectos de la sequía más grave de los últimos cien años. Uruguay está hoy mismo sufriendo esos efectos y temiendo por su provisión de agua potable. Este shock climático acentuó las fragilidades de nuestra economía, ya afectada por la calamidad de una deuda irresponsablemente pedida por un gobierno argentino e irresponsablemente otorgada por el Fondo Monetario Internacional”, repasó. 

“Siempre les agradeceré el acompañamiento que nos han brindado en el marco de una arquitectura financiera internacional muy injusta que preserva las desigualdades en lugar de socorrer a los pueblos en momentos de estrés como el que atravesamos”, aseveró.

Sobre el acuerdo Mercosur-Unión Europea

Las conversaciones se intensificaron en el último año para concretar un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. Alberto Fernández indicó: “Queremos actualizar y perfeccionar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea”.

“Aspiramos a que las negociaciones en marcha arrojen resultados equilibrados para todas las partes. Hasta aquí, las dificultades para avanzar no han sido producto de la falta de consenso o vocación de trabajo por parte de los países miembros del Mercosur. Por el contrario, las contramarchas son el producto de actitudes proteccionistas de las contrapartes particularmente notorias en el caso del sector de los alimentos, rubro fundamental en la oferta exportadora de nuestro bloque”, estableció.

Además, volvió a cuestionar las condiciones sobre las cuales fue suscrito a mediados de 2019. “Tenemos una visión crítica de lo que se acordó entonces. Aquello fue el fruto de un esfuerzo muy desigual entre las partes. Así, el Mercosur fue el que más cedió siendo el bloque con menor nivel de desarrollo relativo en el Acuerdo”, afirmó.

Según Fernández, “la presentación de nuevas demandas en materia ambiental por parte de la Unión Europea, luego de prácticamente cuatro años durante los cuales el proceso negociador estuvo virtualmente detenido por diferencias políticas internas en Europa, nos presenta una visión parcial del desarrollo sostenible. Una visión excesivamente centrada en lo ambiental, con nulo registro de las tres dimensiones de la sostenibilidad (ambiental, económica y social) y de la interacción de ellas entre sí”.

 

El párrafo que Fernández le dedicó a Uruguay y al “libre comercio”

Fernández no desconoció en su discurso las tensiones internas en el bloque por el planteo del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, para flexibilizar las normas comerciales del bloque en su intento por cerrar un acuerdo con China.

El presidente argentino sugirió: “Debemos poner en valor lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Hablo de ser parte del mundo global con la fuerza de las economías que se desarrollan y no con la debilidad de las que se primarizan. Nadie puede condenarnos a ser los proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos venden a precios exorbitantes”.

Y acto seguido, dedicó un párrafo a los cuestionamientos de la delegación uruguaya: “Una visión que no advierta la dimensión de lo que aquí digo, podría inducir a algunos a pensar que de ese modo no alcanzaremos los estándares de libre comercio que algunos socios pretenden. Nosotros buscamos acceder al libre comercio que el mundo central pregona apostando al desarrollo industrial. No estoy parado en el lugar aislacionista en el que algunos me quieren ver parado. Quiero agregar valor a lo que producimos porque así podemos ser protagonistas del futuro. De lo contrario seguiremos perfeccionando la tremenda desigualdad que hoy posterga a nuestros pueblos”.

El Mercosur como bloque productor de alimentos y energía

 
El presidente argentino, Fernández, señaló que tras 32 años, “el Mercosur representa una oportunidad para nuestras empresas, en un doble sentido: como mercado común y como una oportunidad para terceros, que ven este mercado extendido como una ampliación atractiva para sus propias producciones”.

“Los dos vectores de transformación que atraviesan el mapa productivo global -continuó- son la transición energética y la digitalización. Ambas ya están en marcha y tendrán aún más impacto en los próximos años. Nuestra región tiene oportunidades concretas en estos dos ejes”, fijó.

“Debemos integrarnos al mundo no solo como proveedores de materias primas sino como exportadores de productos elaborados”, propuso Fernández y repasó: “Somos productores de alimentos y de energía. Eso es exactamente lo que el mundo hoy demanda. Tenemos aptitudes científicas y tecnológicas para agregarle valor a lo que nuestra tierra nos brinda. Si aprovechamos esta oportunidad que se nos presenta, dejaremos de ser un eslabón del proceso productivo solo relacionado con las materias primas”, concluyó.

Traspaso de presidencia Pro Témpore a Brasil

Dijo Alberto Fernández: “Debo confesar que hoy es un día especial para mi. No puedo dejar de destacar que siento una especial alegría, una suerte de privilegio del destino, al traspasar la presidencia pro tempore del Mercosur al querido presidente de la República Federativa del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. No quiero ocultar ni el enorme cariño ni la profunda admiración que siento por él. Ha sido víctima de la persecución y de la injusticia, pero el pueblo de Brasil ha sabido reparar semejante daño dándole el liderazgo de esa nación hermana. Querido amigo, te deseo lo mejor. Lo mereces”.