Le dieron arresto domiciliario sin fianza a Lázaro Báez, pero sus vecinos no lo dejaron pasar y volvió a Ezeiza
Lo ordenó la Cámara de Casación Penal por haberse vencido el plazo máximo de prisión preventiva, y no deberá pagar fianza. Sin embargo, tuvo que volver a pasar la noche al penal porque le impidieron el paso y rompieron el auto en que lo trasladaban. La decisión se postergó hasta tanto garanticen su "seguridad"
El Tribunal Oral Federal 4 le concedió este lunes el arresto domiciliario al empresario Lázaro Báez, por lo que saldrá de la cárcel de Ezeiza tras más de cuatro años preso, sin necesidad de pagar fianza. Sin embargo, al intentar ingresar al country donde tiene su domicilio, sus vecinos le impidieron el paso e incluso rompieron el auto donde se trasladaba, por lo que, hasta no poder garantizar su seguridad, postergaron la decisión y regresó a pasar la noche al penal de Ezeiza.
A partir del fallo del TOF 4, dictado a instancias de una resolución de la Cámara Federal de Casación Penal en la mañana del lunes, el empresario fue autorizado a salir del penal de Ezeiza en el que se encuentra detenido desde abril de 2016 para ir a un domicilio en el country bonaerense Ayres de Pilar bajo monitoreo del Programa de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
"No existe otra posibilidad más que hacer efectivo el arresto domiciliario dispuesto por el Juzgado instructor, aun cuando hasta el momento no se ha depositado la caución real fijada en los autos N° 9630/2016/To2 del registro de este Tribual en oportunidad de conceder su excarcelación", sostuvieron los jueces Néstor Costabel, Jorge Gorini y Daniel Obligado en el fallo al que accedió Télam.
Al ser notificado sobre la resolución, Báez fue llevado en una camioneta del Servicio Penitenciario Federal, con una moderada custodia, al country Ayres de Pilar. Pero al llegar, se toparon con un grupo de vecinos apostado en la entrada para impedir el ingreso del empresario santacruceño, quien iba vestido con uniforme naranja y un casco de protección.
A pesar de que la camioneta pudo llegar en un momento a la garita de entrada, los habitantes del barrio cerrado se le antepusieron en medio de una caótica situación, que incluyó sentadas, corridas y golpes contra el vehículo, al que los vecinos de Báez lograron romperle el parabrisas. Así, consiguieron que no pueda pasar, ni siquiera por la entrada de servicio, y debió abandonar el lugar.
Los abogados del empresario tampoco habían podido ingresar poco antes al country y tuvieron que irse después de las protestas: los vecinos del Ayres de Pilar les lanzaron tanto a ellos como a Báez algunos objetos contundentes y huevos.
Ante estas circunstancias, el presidente del TOF 4, Néstor Costabel, resolvió postergar el alojamiento de Báez en el barrio cerrado y que sea llevado nuevamente al Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza para que pase la noche allí, hasta que se adopten medidas para que se cumpla efectivamente y sin inconvenientes la resolución judicial y pueda instalarse en un domicilio con garantías para su seguridad, indicaron fuentes oficiales.
Esta decisión no significa una revocatoria de la prisión domiciliaria, sino una medida transitoria hasta que se disponga el lugar "que cumpla con todas las condiciones de alojamiento y seguridad" del empresario, destacaron las fuentes.
Este lunes por la mañana, la Cámara Federal de Casación Penal le otorgó el arresto domiciliario en una de las tres causas por lavado de dinero en la que es investigado, pero para que esa decisión se hiciera efectiva faltaba la autorización del TOF 4, que lo enjuicia por las maniobras llevadas a cabo en la financiera SGI, conocida como "La Rosadita".
Con la firma de los jueces Mariano Borinsky y Javier Carbajo, Casación dispuso otorgar el arresto domiciliario a Báez en la causa conocida como "El Entrevero", por supuesto lavado de dinero en la compraventa de un campo, y ordenó al Tribunal que proceda de acuerdo a esa decisión, que ya había dispuesto el juez del caso, Sebastián Casanello.
En ese contexto, el TOF 4 debió decidir si conceder el arresto domiciliario a Báez con tobillera electrónica, también en la denominada M&P, donde había sido excarcelado bajo una fianza de millonaria que no logró reunir.
Fue allí que los jueces consideraron que no les quedaba más alternativa que proceder según lo ordenado por Casación.
El empresario está detenido desde abril de 2016 y la decisión judicial de permitirle el acceso al arresto domiciliario tiene que ver con que se vencieron los plazos de la prisión preventiva para lo cual hay un tiempo máximo legal de 3 años, sumado a que no tiene ninguna condena por el momento.
Semanas atrás, el TOF 4 había tenido que reducir en más de $200 millones la fianza impuesta a Báez para hacer efectiva la excarcelación en la causa conocida como M&P, por orden de la Cámara de Federal Casación Penal; lo que puso en evidencia la diferencia de criterios entre ambos tribunales.
Debido a esta resolución, el TOF 4 redujo el monto de la fianza de $632 millones a $386.578.500, tras una resolución del máximo tribunal penal del país que le había dado la razón a la defensa del empresario, que había planteado que el monto fijado para su caución era excesivo, tal como informó Télam oportunamente.
Además de las dos causas en las que se jugaba su salida de prisión, Báez se encuentra siendo juzgado en debate oral y público por supuesto lavado de activos a través de la firma "Austral Construcciones", en maniobras calculadas en USD55 millones.
El empresario también es uno de los imputados principales de la causa conocida como "Vialidad", en la que se juzga si durante los años que gobernó el kirchnerismo se realizaron maniobras para direccionar la obra pública vial de Santa Cruz en favor de sus empresas.
Báez era de los pocos presos cercanos al kirchnerismo que todavía seguían cumpliendo prisión efectiva, ya que en abril de este año le fue otorgado el arresto domiciliario al ex vicepresidente Amado Boudou y al dirigente social Luis D'Elia, en ambos casos arguyendo riesgo de contraer coronavirus.