La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció una interrupción en los servicios de colectivos desde la medianoche y por 24 horas en todas las empresas del AMBA "que no hayan abonado el Sueldo Anual Complementario (SAC) y los salarios", sin precisar de qué líneas de Capital Federal y el Gran Buenos Aires se trata.

A través de un comunicado esa organización gremial precisó que la “abstención de tareas” en esas líneas se había definido en razón del incumplimiento de pago y que el mismo se debe “a la demora del gobierno nacional en la asignación de los subsidios correspondientes, lo cual impide a los empresarios cumplir con el pago de los salarios en tiempo y forma”.

En ese texto la UTA certifica una vez más que la dinámica de los conflictos salariales que la tienen como protagonista, incluso de las pulseadas entre el gobierno de turno y los empresarios por los fondos estatales asignados para la prestación de ese servicio público.

La posible trama que devenga de la aplicación de la “abstención de tareas” hará que como ya ha sucedido en las últimas semanas, y a través de la secretaría de Trabajo del ministerio de Capital Humano, se define “políticamente” la aplicación de conciliaciones obligatorias, midiendo el impacto social de un paro. Vale recordar la huelga de los petroleros privados y la de los maquinistas ferroviarios de La Fraternidad, donde en ambos casos se estableció con esa tregua forzada para que empresas y trabajadores continuarán negociando.

Siempre en la órbita del gobierno desde la secretaría de Transportes expresaron que los fondos habían sido girados a las empresas como que también la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) podría establecer sanciones a las empresas que no presten los servicios.

Si bien la UTA cuenta con un extenso historial en decretar medidas de fuerza que luego son interceptadas por conciliaciones obligatorias, desde la conducción que lidera Roberto Fernández argumentan que en esta ocasión “no aceptarán demoras, ni pagos parciales de salarios, ni cobrar los haberes sin el aumento salarial fijado en la última paritaria del sector”.

Además se recuerda que en cuanto a la relación de la UTA con los grupos empresarios, la conducción de Fernández mantiene una friccionada relación con el Grupo Dota, al que incluso esta conducción sindical vincula a la oposición dentro de la unión tranviaria.

Respecto a precisiones sobre qué empresas podrían comenzar en los primeros minutos de este viernes la medida de fuerza, desde la UTA no respondieron la consulta de este diario y se remitieron a los dichos del comunicado de prensa que hicieron llegar a algunos medios periodísticos.

El comunicado que la UTA remitió a otros medios sobre su postura