La provincia de Buenos Aires avanzará esta semana hacia el regreso de las clases presenciales en aquellos municipios del Área Metropolitana (AMBA) y el interior del territorio bonaerense que se encuentren en fase 3 y 4, en medio de cuestionamientos de intendentes de Juntos por el Cambio -cuyos distritos quedaron exceptuado a raíz de su delicada situación epidemiológica- que incluyeron una amenaza de cortes de ruta en caso de que el gobernador Axel Kicillof no revea esa decisión.

"El regreso a la presencialidad está anunciada desde hoy, la idea es que puedan volver los directivos y los maestros para ir acomodando todo, pero ya desde este lunes se puede volver a la presencialidad en el AMBA y en todos los municipios que se encuentren en fase 3 y 4", señaló una fuente de la Gobernación bonaerense consultada por BAE Negocios.

Indicó además que "la provincia nunca dejó de tener clases presenciales en aquellos distritos que se encontraban habilitados, mientras que el resto, tenía clases virtuales, lo que sucedió ahora es que el conurbano pasó a fase 3 y se suma a esa instancia", agregó el vocero.

Los municipios que no pueden acceder a la presencialidad es a raíz de que se encuentran en fase 2 debido a los altos índices de contagios; para determinarlo, la Provincia se basa en dos indicadores: deben tener menos de 500 casos cada cien mil habitantes o menos del  80 por ciento en la ocupación de camas de terapia intensiva (UTI).

Debido a esto, es que municipios como Mar del Plata, Junín y Bahía Blanca, entre otros, no podrán volver en esta etapa a la presencialidad por tener muy alto el número de ocupación de camas UTI, las que "están por arriba del 90 por ciento". En total, 62 distritos regresaran a las aulas y 73 no.

Sobre este tema se refirió Kicillof a través de su cuenta en Twitter al señalar que en Provincia se registró un descenso de casos positivos por coronavirus del orden del 30% en las últimas tres semanas, lo que permitió "recobrar la presencialidad" escolar en muchos municipios "que alcanzaron los parámetros establecidos".

El viernes pasado, durante una conferencia de prensa, el mandatario bonaerense anunció que este miércoles regresarán las clases presenciales en forma gradual y cuidada en todos los niveles de enseñanza en las escuelas del conurbano bonaerense.

Cabe destacar que la provincia de Buenos Aires pasó de 12 mil contagios a un promedio de 8.700 promedio la última semana, lo que hace que en el conurbano, en los últimos 15 días, haya 401 casos cada cien mil habitantes, lo que le permitió salir de la alarma epidemiológica.

Ante ese escenario, la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila, planteó hoy que "el Plan Jurisdiccional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales establece una serie de pautas obligatorias para todas las escuelas: uso de tapabocas, distanciamiento entre docentes y estudiantes, adecuada ventilación".

"Todo esto nos lleva a una presencialidad alternada. Es decir, una semana concurre al establecimiento la mitad de un curso y estudiarán desde sus casas la semana siguiente de manera virtual", graficó.

Vila también rechazó que haya habido un cambio metodológico en el registro de contagios tal como afirmaban desde la oposición y planteó que "si algo demostró la provincia es que adopta, comparte y respeta todos los criterios establecidos por el Gobierno nacional".

De cara a las elecciones Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO),  el tema de la presencialidad en los colegios se convirtió en uno de los caballitos de batalla de Juntos por el Cambio, y fueron varios los intendentes de ese espacio que tras el anuncio del gobernador, lo salieron a criticar por el anuncio.

El jefe comunal de Bahía Blanca, Héctor Gay, señaló a través de las redes sociales que "el Gobierno provincial anunció la vuelta de las clases presenciales en el AMBA pero excluyó a nuestra ciudad y a otras localidades del Interior".

Gay le pidió a Kicillof "revisar la decisión" teniendo en cuenta que "las escuelas no son foco de contagios y tienen que estar abiertas" y destacó que estas, cuentan con protocolos "que se cumplen y cuando abrieron no alteraron la situación epidemiológica".

En tanto que su par de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, advirtió que si el gobernador "no revé la decisión de que no podamos dar clases presenciales habrá que salir a cortar las rutas", al tiempo que consideró de "discriminatoria" la apertura de clases en algunos puntos de la provincia y en otros no.  

Frente a esos cuestionamientos, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, defendió hoy el sistema de fases: "Para poder sostener la presencialidad escolar todavía tenemos que hacer un esfuerzo muy grande con las reuniones sociales", subrayó el funcionario provincial.

Dijo también que los municipios de General Pueyrredón, Pinamar y Bahía Blanca "siempre tuvieron un comportamiento de negar la epidemia y los cuidados" y ahora "se encuentran muy por arriba del límite".

"Se trata de medidas de cuidados por dos semanas y para lograr que mejoren los casos", aseguró, y remarcó: "Son situaciones delicadas y no me parece que sea bueno que se intente poner en clave de uso electoral las medidas de cuidado".

También desde la Gobernación salieron a responder al afirmar que "ellos (los intendentes opositores) no se quejaban cuando tenían presencialidad y en el Conurbano no había. La realidad, es que esto es una cuestión electoral" de Juntos por el Cambio "no nuestra. La Provincia se maneja  con los índices epidemiológicos, si ellos bajan el número de contagios van a tener clases presenciales como el resto", advirtieron.