Con un exabrupto la CGT Avellaneda-Lanús se rebeló contra Cristina Fernández
Héctor Villagra (Uocra) y referente regional de la CGT, rompió lanzas con la conducción del PJ nacional. Esa central se alineó con Kicillof y Ferraresi más allá de que en Azopardo aclararon que “no está normalizada”
La grieta sindical que se mantiene dentro de los márgenes de la diplomacia en torno a la figura de Cristina Fernández, a nivel nacional, sumó un capítulo de alta beligerancia gremial “hecho en el Conurbano”. Esta vez, el cruce vino con nombre, apellido y micrófono abierto. Fue en la voz del titular de la CGT Regional Avellaneda–Lanús, Héctor Villagra, quien anticipó públicamente que esa central no acatará ninguna orientación política por parte de la titular del Partido Justicialista.
“No vamos a acatar un carajo lo que diga Cristina, nosotros tenemos que hacer algo para ganar”, lanzó el sindicalista durante un acto conmemorativo por el fallecimiento de Juan Domingo Perón. Su intervención, de neto corte político, dejó en claro su alineamiento con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Por un lado, el episodio revela que las tensiones internas respecto al respaldo a Cristina Fernández no ceden; por el contrario, se potencian. Lo hacen incluso en paralelo a los recelos crecientes entre la ex presidenta y Kicillof, más allá de la solidaridad expresada luego de la ratificación de la condena en la causa Vialidad. En efecto, la disputa supera los gestos de adhesión sindical hacia la actual titular del PJ nacional, y deja ver las fracturas de fondo dentro del movimiento.
Estas fricciones se desarrollan, además, en el marco que la CGT nacional describe como la era libertaria del ajuste, el desempleo y el ataque sistemático a los derechos laborales por parte de la gestión libertaria. La declaración de Villagra dirigente de la Uocra, sin eufemismos, dejó al desnudo una de las líneas de ruptura más evidentes entre lo que podría considerarse la “Agrupación La Señora” —sectores no alineados con Cristina— y el “Círculo de Confianza de CFK” que responde a la conducción del PJ nacional.
El pago chicoUn dato político de peso, en medio del proceso de renovación de autoridades en Azopardo previsto para noviembre, es que la CGT nacional recordó a través del portal Infogremiales que la regional Avellaneda–Lanús “es la única que no se normalizó en estos cuatro años en la provincia de Buenos Aires; por lo tanto, no tiene representación orgánica en Azopardo”.
El proceso de normalización, netamente institucional, expresa una línea de trabajo político sostenida por la Secretaría del Interior de la CGT, conducida por Abel Furlán (UOM), y labor del dirigente Horacio Otero. Esa estrategia logró cohesión sindical incluso en distritos donde las posturas gremiales ante Cristina eran divergentes; en muchos casos, antes de que comenzaran los roces públicos con el gobernador de la Provincia.
En su órbita, la CGT Avellaneda–Lanús agrupa sindicatos industriales, del transporte y de servicios. Según estimaciones sindicales actualizadas, la regional representa a entre 30.000 y 60.000 trabajadores activos, distribuidos en distintos gremios de base y sectores clave del cordón sur del conurbano.
El episodio protagonizado por Villagra se dio durante un acto justicialista en Avellaneda, con motivo del aniversario del fallecimiento de Juan Perón. Allí, el dirigente —que también es vicepresidente del PJ local— elevó la temperatura política con un discurso que no pasó desapercibido, en medio de una coyuntura atravesada por paritarias limitadas, avance del desempleo y capítulos múltiples de reforma laboral en marcha.
“Nosotros debemos apoyar al gobernador Axel Kicillof, al intendente Jorge Ferraresi, que son dirigentes que ponen las bolas donde hay que ponerlas. Nosotros, y de esto me hago cargo, desde el movimiento obrero, como secretario general local, no vamos a acatar un carajo lo que diga Cristina, nosotros tenemos que hacer algo para ganar”, sentenció Villagra.
El interrogante ahora gira en torno a la dimensión del pronunciamiento. Según referentes sindicales del Gran Buenos Aires, la interpretación oscila entre quienes lo minimizan como un exabrupto con vuelo corto “previsible” en cuanto a la autoría y quienes lo valoran como una expresión genuina de la interna peronista en los niveles provincial y nacional.
"No vamos a acatar un carajo lo que diga Cristina"
Héctor Villagra, titular de la CGT Regional Avellaneda–Lanús.#InfoGremiales #periodismosindical pic.twitter.com/OCTCePYLfR