SENADO

Corte Suprema: pases de factura e intentos frustrados del Gobierno para salvar los pliegos

El Gobierno quiso evitar el rechazo de los jueces antes del cierre del acuerdo con el FMI. Un quórum fugaz, el intento de suspensión y la declaración de guerra con Macri

DRomero

El Senado se encamina a rechazar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para la Corte Suprema esta noche y la Casa Rosada reaccionó a último momento para salvar a sus candidatos por al menos una semana más. Los intentos fallidos no cesan y, según denuncian del peronismo, ahora buscan que la votación no tenga quórum. Los dialoguistas le recriminan al Ejecutivo que no supo negociar a tiempo y ya dan por perdida la batalla.

El kirchnerismo se alió con el macrismo para darle quórum a la sesión, programada para las 14. El número dio 37 en menos de quince minutos con una buena parte del peronismo: las únicas sillas vacías del interbloque de Unión por la Patria en ese momento fueron las de Marcelo Lewandowski y Carolina Moisés, que aparecieron después. El santafecino no tardó en llegar, la jujeña que apoya a Lijo sí.

El primero en sentarse había sido radical Pablo Blanco, incluso antes del horario de la convocatoria, pero una vez que comenzó a correr el reloj solamente lo acompañó su colega Martín Lousteau: el resto del bloque, que había prometido dar quórum, no apareció a tiempo y, según justificaron, se demoraron porque estaban reunidos e iban a llegar antes de que termine la media hora reglamentaria. “Estábamos bajando la escalera yendo todos juntos”, insistieron.

Otra apuntada por no estar presente en los primeros minutos fue la larretista Guadalupe Tagliaferri, presidenta de la comisión de Acuerdos quien, además, había sido quien orquestó el dictamen del pliego de Mansilla para ponerlo en condiciones de rechazarlo. Rápidamente crecieron las especulaciones sobre si Horacio Rodríguez Larreta le habría pedido que no colabore con el quórum.

“¡Qué lío se armó! Estaba en mi despacho terminando el discurso. Mi equipo me avisó y bajé volando. Hace semanas que vengo trabajando para esto y me la jugué en soledad cuando todos los demás se escondían. Me llevé la marca diciéndome que no aceptaba jueces por decreto. ¿Cómo no voy a dar quórum?”, defendió la senadora en diálogo con BAE Negocios. Este diario pudo corroborar, además, que efectivamente ella había ido a escribir su discurso cerca de la hora de la sesión.

El resto del PRO tuvo su propia interna: a pesar de que Mauricio Macri había dado la orden de que baje todo el PRO, solamente dos lo obedecieron: Alfredo Di Angeli y Victoria Huala. El resto, aunque habían prometido estar al menos 4, no aparecieron. Luis Juez, Andrea Cristina y Carmen Álvarez Rivero fueron los únicos que adelantaron que no pensaban seguir la orden de Macri justamente porque la sesión la pedía el kirchnerismo.

La trastienda del apuro por conformar el quórum tuvo que ver con que el Gobierno estaba intentando todo para que se caiga la sesión. El radical Eduardo Vischi había visitado el despacho del asesor Santiago Caputo esta semana: se trató de la primera y única reunión de negociación por los jueces de la Corte. Vischi le reiteró su pedido de que retire los pliegos -era la única manera de que la UCR no de quórum- y el Gobierno se mantuvo firme en que eso no iba a pasar. Ya era demasiado tarde.

No había posibilidad de frustrarla: si bien en Casa Rosada reconocían que sería postergar lo inevitable -que se rechacen los dos pliegos-, lo que querían eran dos semanas más para que no corra la noticia antes de que se cierre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El frenesí por el quórum durante la mañana era inestable, pero no había una negociación concreta. Algunos denunciaron una operación de último momento con las vacantes de los jueces federales, el Procurador General de la Nación, y la ampliación de la Corte.

La última carta que intentaron jugar, según le confió a BAE Negocios un senador que siguió de cerca las conversaciones, la lideraron los oficialistas Bartolomé Abdala y Ezequiel Atauche: intentaron, en la reunión de labor parlamentaria, suspender la sesión con un compromiso firmado por los jefes de bloque para reprogramarla dentro de dos semanas e incluir Ficha Limpia

El PRO y la UCR tampoco apoyaron y, con el kirchnerismo, consiguieron que no prospere el intento: estaban Martín Goerling y Di Angeli. Finalmente, se votó incorporar Ficha Limpia en la sesión: lo propuso el salteño aliado Juan Carlos Romero en un momento en el que justo habían varios ausentes del radicalismo y el jefe de bloque amarillo, Alfredo Di Angeli. Algunos pudieron llegar a tiempo, como Atauche, pero no alcanzó y el peronismo lo bloqueó con sus 33 votos. Hubo 27 a favor.

También trascendió la idea de un decreto de la Presidencia -que sería de Abdala, puesto que la vicepresidenta Victoria Villarruel asumió en lugar de Milei por su viaje a Estados Unidos-. “Son unos improvisados”, se quejó la fuente. Un sector del oficialismo también buscó inculpar a Villarruel, insinuando que ella estaba negociando con el peronismo en contra del Gobierno desde su despacho: habría sido quien convenció a Abdala de no avanzar con el decreto de suspensión. “Si fuera así, ella hubiese convocado a la sesión al día siguiente de que la pidieron" (la retrasó dos semanas), “ella es más leal a Milei de lo que Milei es leal a sí mismo”, la defendió una fuente en diálogo con este medio.

Lo cierto es que en Balcarce 50 no tuvieron interés de avanzar hacia ninguna negociación: “Caputo es como Néstor Kirchner, no retrocede”, analizaba una experimentada senadora en relación a por qué no retiraban los pliegos. El resto de las cartas de Justicia que estuvieron conversando en los últimos meses de todos modos no prosperaron para resolverse antes de la sesión: en Casa Rosada fueron insistentes con que todo era posible negociarse pero a posteriori de los dos pliegos. Fue una queja recurrente de todas las bancadas durante todas las últimas semanas: no había diálogo.

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