Después de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recomendara a los funcionarios que tienen miedo a la hora de defender los intereses del pueblo que "vayan a buscar otro laburo", el presidente Alberto Fernández reivindicó el "coraje" demostrado por "cada ministro, cada funcionario y cada empleado" que trabajó a su lado, al igual que gobernadores e intendentes, para hacer frente a la crisis causada por la pandemia".

La crítica de la expresidenta hacía el interior del Gobierno reeditó la posibilidad de posibles cambios en el gabinete y provocó una catarata de especulaciones a las que Fernández parece haberles puesto coto, al menos por ahora.

"Todos dejamos de lado nuestras posiciones políticas y sólo nos dedicamos a poner la Argentina de pie hay que tener coraje para seguir gobernando cuando una pandemia se lleva puesta el mundo. A ese coraje, gracias", expresó el jefe de Estado, al poner en marcha el proyecto de Capitales Alternas en la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego.

“Ahora, todo este esfuerzo no es el esfuerzo de un Presidente. Es el esfuerzo de todo un gobierno y es el esfuerzo de 24 gobernadores que se pusieron codo a codo a mi lado a pelearle a la pandemia y a pelearle a una economía que se caía a pedazos. Por lo tanto, yo solo tengo gratitud y reconocimiento para con cada ministro mío, cada funcionario mío, por cada empleado que en este Gobierno Nacional que trabajó a mi lado para mantener en pie a la Argentina”, enfatizó.

Cambios en el gabinete

Si bien las posibilidades de que haya cambios son concretas, en particular porque 2021 es un año electoral, las palabras del presidente cambian el eje del debate y es posible, incluso, que quiera promoverlos a cargos electivos.

Las críticas de Cristina Kirchner, fueron apuntaladas por su hijo Máximo Kirchner, quien en su discurso reclamó: "hay que alinear salarios, jubilaciones y precios, sobre todo el de los alimentos y las tarifas (de servicios públicos) porque "la actividad económica la mueve la demanda".

Sus palabras parecían apuntar a los ministros Matías Kulfas, de Desarrollo Productivo, y a Claudio Moroni, de Trabajo; mientras que el otro señalado es el canciller Felipe Solá, quien la semana pasada tuvo que ser confirmado en su cargo, cuando reveló que Fernández le pidió a Joe Biden "la colaboración y buena voluntad del director de los Estados Unidos en el FMI" en las negociaciones para reestructurar la deuda porque, según Solá, el gobierno de Donald Trump "no está teniendo las mejores actitudes".

La carta de Cristina Kirchner

Un día antes del aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, la vicepresidenta hizo pública una carta en la que no sólo rompió el silencio sino que despertó todo tipo de especulaciones con una frase en la que se refirió a los "funcionarios que no funcionan".

Alberto Fernández, sin embargo, reconoció entonces los cuestionamientos y consideró la carta como "un apoyo de su gestión", pero una lectura sobre posibles cambios en el gabinete obligó a su entorno a dar una respuesta.

Ya entonces, los encargados de hablar pusieron paños fríos al asunto y dejaron trascender su posición: "es un simplismo pensar que los errores de gestión solo se solucionan con cambiar nombres".

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