El estallido por la renuncia de la canciller Diana Mondino eclipsó los planes del Ejecutivo para, a un mes de que terminen las sesiones ordinarias, colar por la ventana la reforma política que les planteó a los dialoguistas en julio y proponer la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y los fondos del financiamiento a los partidos políticos a cambio de un aumento presupuestario para las Universidades. Así le confirmaron a BAE Negocios tanto fuentes gubernamentales como de sectores políticos parlamentarios aliados: ese era el anuncio que ayer suspendieron tras el desplazamiento de la ministra. El PRO no está de acuerdo con la medida y se molestaron con el oficialismo por no haber sido consultados previamente, cuando encima fueron partícipes del acuerdo con los rectores.

El cerebro detrás de esta estrategia fue el asesor presidencial Santiago Caputo. Ayer el diputado libertario José Luis Espert, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, pensaba dar una conferencia de prensa con miembros del oficialismo para dar a conocer esta medida pero lo cancelaron sobre la hora, al tiempo que se oficializó la renuncia de Mondino. Fuentes de Casa Rosada le aseguraron a este medio que la decisión del presidente Javier Milei los tomó por sorpresa a todos y, efectivamente, ese fue el motivo por el cual no llevaron adelante el anuncio.

Sin embargo, a eso se sumó un exabrupto del PRO por no haber sido tomados en cuenta para la conferencia. Los diputados Cristian Ritondo y Silvana Giudici, habitués de Balcarce 50, le dieron largo y tendido a una reunión con el presidente de la Cámara, Martín Menem, durante toda la tarde de ayer. “Habíamos quedado en que todo lo que tenía que ver con el Congreso debíamos conversarlo antes”, se había quejado otro referente del espacio en diálogo con BAE Negocios. Como consecuencia, los diputados del PRO no respaldaron el dictamen de rechazo del oficialismo sobre la reforma de los DNU que impulsa la oposición para limitarle la facultad legislativa a Milei.

Algunos legisladores partícipes del diálogo con las universidades explicaron que el enojo fue porque no les habían consultado sobre la decisión y se enteraron junto a la prensa de la conferencia, que finalmente se suspendió. Según le confiaron a este diario, ellos les anunciaron al Ejecutivo que existía la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y después se cortaron solos para proponer lo de las PASO. En Casa Rosada no aseguran un aumento para las Universidades sino una alternativa de negociación para conseguir los fondos. 

“Tanto insisten con que le demos plata a las Universidades, bueno… está bien: eliminemos las PASO, que a nadie le interesa”, alegó una fuente en diálogo con BAE Negocios. Se trata de una iniciativa que, como todo oficialismo, el Gobierno planteó a penas se sancionó la Ley Bases. En ese entonces el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se reunió con los diputados “dialoguistas” y se fue del Congreso con la noticia de que no habían votos para impulsar esa medida. Acorralar el Presupuesto con este proyecto de ley fue la oportunidad que asomó el reclamo de las Universidades.

El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) inicialmente le pidió el doble de lo que le asignó el Ejecutivo a las Universidades en el Presupuesto 2025: de los $3,8 billones que fijaron, reclamaron $7,2 billones. Según pudo reconstruir este medio, el CIN estaba dispuesto a cerrar en $1,4 billones de pesos más -que se suma al último aumento del 6,1% que otorgó el ministerio de Capital Humano, también por impulso del PRO-. De esta manera, los $3,5 billones del Presupuesto más la suba de octubre dejaba un piso de $4,1 billones de pesos que el CIN estaría dispuesto a elevar hasta $5,5 billones en vez de $7,2 billones, como reclamaron al principio.

Esto fue lo que el PRO le transmitió al Ejecutivo. En Balcarce 50 primero asomaron recortar obras públicas, pero el Gobierno decidió impulsar la reforma política que, saben, no tiene futuro en Diputados. Solo con la eliminación de las PASO aseguran que conseguirían ahorrarse 52 millones de dólares por año. A esto se le sumarían la propuesta de eliminar los fondos de financiamiento de los partidos políticos y ajustar las transferencias a las provincias.

“No es ni el 5% de lo que piden las Universidades. Me parece que quieren entrar con una reforma política en el medio del Presupuesto. Para eso podemos ver cosas más serias como terminar con el déficit de las empresas públicas y darle el 8% a los jubilados”, argumentó en diálogo con este medio una fuente del espacio amarillo, que no está dispuesto a darle la derecha al Gobierno con la idea. “Si tienen la posibilidad de cerrar un acuerdo con las Universidades no lo desperdiciaría. Saben que lo de las PASO se va a rechazar y por eso lo proponen. Quieren exponer a la casta con el principio de revelación pero al final terminan perjudicando a los partidos más chicos”, opinó otra fuente parlamentaria.

Por su parte, en Casa Rosada alegaron: “Si quieren el aumento para las Universidades la plata tiene que salir de algún lado. Que salga de la política, de las obras públicas, pero de algún lado tiene que salir. Las chances de que haya un aumento son cero si no se financia desde otro lado". En ese sentido, aclararon que la iniciativa no es una decisión firme y, por ahora, no hay planes de anunciarla sin antes reunirse con los aliados.