El Gobierno endurece su postura ante el FMI y suma apoyo de gobernadores oficialistas

Con posiciones diferenciadas, varios mandatarios provinciales del oficialismo salieron a respaldar las negociaciones con el organismo multilateral. Cerruti ratificó que el FMI pide ajustes que Alberto Fernández se resiste a llevar adelante. Niegan la posibilidad de un default.

haranda

Tras la exposición del presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán (Economía) ante a los gobernadores en la que reconocieron ayer que la negociación por la deuda externa contraída por la anterior administración con el Fondo Monetario Internacional (FMI) entró en un compás de espera, varios gobernadores oficialistas se mostraron en sintonía con la postura del Ejecutivo nacional, le otorgaron su respaldo y algunos endurecieron sus posiciones.

La presentación del mandatario y su ministro de Economía terminaron de echar  luz en torno a las dificultades que enfrenta el Gobierno para cerrar un acuerdo con el FMI, lo que arrojó un clima de incertidumbre en torno al panorama económico del país, al punto de que los bonos globales emitidos tras el canje de deuda de 2020 cayeron este jueves un 3,5% en promedio, mientras que el riesgo país trepaba a los 1.821 puntos.

En tanto que la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, ratificó esta mañana lo enunciado por el jefe de Estado en relación a que  el Gobierno "no está dispuesto a aplicar la política de ajuste" que pide el organismo crediticio Internacional porque compromete "al pueblo argentino y su posibilidad de crecer y desarrollarse". 

Recordó además que el mandatario se mostró "optimista" en torno a lograr una reestructuración de la deuda "conveniente" para Argentina, y en pos de llevar tranquilidad, la portavoz dijo que esperan “que el FMI entienda que tenemos que crecer y fortificar la situación interna para poder pagar y cumplir con esta deuda que no contrajo este gobierno pero que va a intentar solucionar”, y aseguró que “la Argentina no va a entrar en default”

Apoyo de gobernadores a la negociación

Sin embargo y pese al clima de incertidumbre, el mandatario provincial Gustavo Melella (Tierra del Fuego), dijo que resulta "indispensable que, más allá de nuestra mirada ideológica, y frente al hecho de que quienes deberían pagar son los que nos llevaron a esta situación, estemos al lado del presidente de la Nación en pos de encontrar una solución a todo este problema".

Melella consideró además, que "sería bueno y oportuno" investigar de alguna forma a los responsables del endeudamiento, para "saber qué hicieron con el dinero y quiénes fueron los beneficiados" por una medida que "perjudicó a todo un pueblo por generaciones" y criticó a la oposición, que ahora "se pone en la vereda de enfrente y deja sin presupuesto a la Nación, sin fondos y sin obras a las provincias y municipios", al tiempo que destacó que "son los mismos irresponsables que nos endeudaron".

Por su parte, la gobernadora Arabela Carreras (Río Negro) también respaldó la negociación del Gobierno nacional y resaltó su convicción de que "se está haciendo un trabajo fuertemente comprometido" para alcanzar "el mejor acuerdo posible".

"Apoyamos la negociación con el Fondo, siempre y cuando no condene a nuestro pueblo a la pobreza", apuntó la mandataria provincial, remarcó la necesidad de dejar de lado las diferencias entre los frentes políticos mayoritarios y dejó en claro que su presencia en el encuentro de Fernández y Guzmán con los gobernadores "no es un cheque en blanco".

En tanto que el mandatario chaqueño Jorge Capitanich, destacó el esfuerzo del presidente Fernández en la negociación que encabeza con el FMI y resaltó que "se está planteando una estrategia que nos permita lograr un período de gracia, donde la República Argentina pague solamente servicios de intereses de la deuda durante los próximos cuatro años".

Capitanich advirtió también que su provincia no recibió ningún "beneficio" del préstamo que el FMI le otorgó al Gobierno de Mauricio Macri por 44.000 millones de dólares y aseguró que ese endeudamiento fue un "modelo de saqueo del país".

Otro que se expresó sobre las negociaciones por la deuda fue el riojano Ricardo Quintela, quién en su cuenta de Twitter y bajo el hashtag "Acuerdo si. Ajuste no", señaló que "como país es importante negociar con firmeza porque estamos negociando nuestra capacidad soberana como Estado nación".

Afirmó además que "la decisión política de este gobierno es lograr un acuerdo con el FMI que nos permita seguir en la senda del crecimiento".

Rodríguez Saá se desmarcó 

Sin lugar a dudas la postura más dura entre los gobernadores del oficialismo la asumió el puntano Alberto Rodríguez Saá, quién al participar del encuentro en Casa Rosada vía zoom, dijo: "Perdón si es una verdad incómoda, sé que molesta, pero lo quiero decir porque no comparto este camino» de negociaciones, tras lo cual indicó que lo que debería hacer el gobierno nacional es "denunciar la estafa" del acuerdo con el organismo de crédito internacional.

El sanluiseño aseguró que con la deuda contraída "no se ha realizado una alcantarilla, un cordón cuneta de una cuadra",  y dijo que se le ocurrían dos variantes; que para que tenga legitimidad lo que se hable se puede adoptar el camino de "proponer al pueblo argentino denunciar la estafa", o tomar la senda "de la negociación", como se viene haciendo. 

Kicillof instó a revisar la estrategia negociadora

En la reunión del Gobierno con los gobernadores, también el mandatario bonaerense Axel Kicillof dio su punto de vista al considerar como compleja "la situación" debido a que "se hizo un gran trabajo para lograr un acuerdo en plazos más largos y sin sobre tasas y el FMI aún no acepta" y además "nos piden ajuste".

En ese contexto planteó que “cabe revisar la estrategia" para determinar “en qué casillero estamos hoy" para obtener el mejor acuerdo posible "que nos permita crecer, redistribuir y salir no solo de la pandemia, sino de los cuatro años de crisis anteriores” y respecto a los $44 millones de dólares de deuda contraída por Macri, evaluó que fue “un crédito excepcional, además fallido y fracasado, una bomba atómica" para lo cual se necesitan "soluciones también excepcionales".  

 

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