El gobierno del presidente Javier Milei le quitó la condición de refugiado al expresidente de Bolivia Evo Morales, que se le había otorgado en 2019 tras su renuncia a su cargo en medio de protestas y motines policiales en su contra.

"Se ha dado por finalizada la condición de refugiado de Juan Evo Morales Ayma", posteó Adorni en su cuenta de X.

Tras dejar su cargo, Morales se asiló en México, luego viajó a Cuba y por último llegó a la Argentina, donde ya había llegado sus hijos, quienes fueron recibidos por el gobierno de Mauricio Macri, luego de una gestión personal que realizó el presidente electo Alberto Fernández.

Una vez que asumió Fernández, el 12 de diciembre de 2019, Morales llegó al país, junto a otros funcionarios, en condición de asilado político.

El canciller de Fernández, Felipe Solá, aquel día sostuvo: "Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera, su ex canciller, la ex ministra Montaño y el ex embajador de Bolivia ante la OEA aterrizaron esta mañana en el país. Les he dado asilo político para que entren y ellos luego pidieron ser refugiados. En las próximas horas, cesará la condición de asilo y asumirán la de refugiados".

El pedido de Morales fue preventivo ante la sospecha de lo que pasaría luego, cuando el 18 de diciembre la Fiscalía de Bolivia dictó una orden de detención contra el exmandatario por los cargos de "sedición" y terrorismo", ya con Jeanine Áñez al frente del Ejecutivo.

Actualmente, Morales se encuentra en Bolivia, envuelto en una fuerte pelea interna con el presidente Luis Arce, del mismo partido que el exmandatario (Movimiento al Socialismo), a quien apadrinó para el cargo, pero con quien se peleó tiempo después.

A su vez, Arce sufrió un intento de golpe de Estado en junio de este año. En aquel momento, Evo Morales llamó a un paro general por tiempo indeterminado y al "bloqueo de caminos" para evitar "que las Fuerzas Armadas violenten la democracia y amedrenten al pueblo".