El jefe de Gabinete, Felipe Miguel, defendió este sábado la decisión de colocar un vallado para limitar el acceso de los manifestantes frente a la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández, y acusó a funcionarios del Frente de Todos de "echar nafta al fuego" alentando las marchas hacia el departamento de Recoleta.

Miguel sostuvo que el gobierno porteño tiene "la responsabilidad de garantizar el orden píblico y la convivencia entre todos los argentinos" y sostuvo que la decisión de manifestantes a favor de Cristina Kirchner luego del pedido del fiscal Diego Luciani de prisión a la vice, se produjo "una situación de violencia, de posible conflicto entre argentinos".

"A partir de ese momento, vimos que se montó un acampe sistemático que fue escalando en ruidos, en presencialidad, con batucadas y fuegos artificiales, imposibilitando la convvencia normal en el barrio", remarcó Miguel.

El jefe de Gabinete de la ciudad de Buenos Aires insistió en que se produjeron "muchísimas denuncias de vecinos y por eso se decidió poner un vallado y reforzar la presencia policial" con el objetivo de "garantizar el orden público, la paz social y la convivencia".

Esa decisión fue respaldada además por todo Juntos por el Cambio a través de un comunicado, en el que destacaron la decisión de colocar el vallado, apoyaron la acción de la Policía porteña y cuestionaron a "dirigentes kirchneristas" por alentar hechos violentos.

Sobre este punto, Felipe Miguel también rechazó que el kirchnerismo hablara de "la Policía de Larreta" y remarcó que "es la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Confunden el Estado con las personas".

"Queremos llamar a la responsabilidad a los funcionarios nacionales y de la provincia de Buenos Aires que se mezclaron con los violentos que atacaron a las instituciones. Les pedimos que no tiren nafta al fuego y no sigan provocando. Que trabajemos juntos por la paz social", remarcó.