El Gobierno emitirá un DNU para que la Argentina salga de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo desde la oposición sostienen que para realizar ese trámite será preciso que antes se discuta en el Congreso. 

El anuncio, que va en sintonía con el camino adoptado por el presidente estadounidense Donlad Trump, generó revuelo en las distintas fuerzas políticas y un fuerte rechazo de diferentes referentes del área de salud, entre ellos el ministro de esa área en la Ciudad, Fernán Quirós, y los ex ministros Pablo Gollán y Graciela Ocaña.

"Es imperioso que decisiones como estas se debatan en el Congreso con los representantes de las provincias y con el aporte de especialistas. dijeron desde la UC, que preside Martín Lousteau.

El diputado neuquino Pablo Todero señaló: "“SALIDA DE LA OMS. Por ahora es mentira. Hasta que no haya una Ley o un DNU que deberá ser tratado en el congreso, no se sale de la OMS porque la adhesión fue hecha por Ley 13.211, o por ocurrencia de una persona o mandando al canciller a decir nada. Por lo tanto, seguimos siendo parte de la OMS”.

Si finalmente el Ejecutivo nacional adopta la decisión de que la salida de la Argentina del organismo internacional sea a través de un DNU, el mismo deberá ser discutido en el Congreso, sin embargo no es seguro que la oposición tenga los votos para rechazarlo. También está la posibilidad que opte por concretar la medida mediante una mera comunicación a la OMS, algo similar a lo que hizo el ex mandatario Mauricio Macri, cuando resolvió abandonar la Unasur durante el gobierno de Cambiemos.  

No obstante, un sector de la oposición y algunos constitucionalistas sostienen que para dar de baja un tratado internacional, en este caso la Ley N° 13.211 -sancionada en 1948-, es necesario que sea anulado por otra norma votada en el Parlamento.

El constitucionalista Andrés Gil Domínguez comparte esa mirada. En su cuenta de la red social X, señaló: "En el sistema constitucional argentino, la celebración de un tratado internacional es un mecanismo complejo donde participan el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. El primero negocia y firma un texto (art. 99 inciso 11). El segundo aprueba o desecha el tratado (art. 75 inc. 22). Por último, el Poder Ejecutivo lo ratifica (art. 99 inciso 11) y a partir de ese momento el Estado argentino queda internacionalmente obligado". 

Y destaca: “¿Qué sucede con la denuncia de un tratado? La Constitución exige para determinados tratados (los que tienen jerarquía constitucional y los que tienen por objeto tratados de integración que deleguen competencia y jurisdicción a organizaciones supraestatales) que previo a la denuncia por parte del Poder Ejecutivo intervenga el Congreso requiriendo una mayoría agravada - dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara y mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara- para poder efectivizar la denuncia ¿Qué acontece con los demás tratados? Si se trata de un instrumento internacional sobre derechos humanos es razonable interpretar que se necesita de la aprobación previa del Congreso con una mayoría simple, por cuanto, si dentro del esquema del mecanismo complejo se requiere, en general, de las voluntades concurrentes de ambos poderes para la ratificación es lógico exigir en el ámbito de los derechos humanos –como lo es la salud integral- que la denuncia también contemple el mismo requisito”.

"En síntesis, en la medida que se interprete que la Constitución de la OMS habilita implícitamente el retiro, para que el Estado argentino pueda “irse” de la OMS se requiere la aprobación previa del Congreso con una mayoría simple y la denuncia surtiría efectos a partir del año de notificada", concluye Gil Domínguez.

Según sostienen fuentes del oficialismo, la Constitución Nacional no especifica el modo en el que deber ser derogado un tratado con organismos como la OMS, por lo que queda abierta la posibilidad a hacerlo a través de un DNU.