La Aduana desmintió irregularidades en el control de un avión proveniente de los Estados Unidos, pero anunció la apertura de una investigación interna tras una denuncia periodística. Según informó el organismo que dirige José Andrés Velis, “tanto a la aeronave como a la tripulación y a los pasajeros se les realizaron los controles de rutina, conforme a la normativa vigente al momento del arribo del medio de transporte, sin detectarse ninguna irregularidad o novedad en el proceso”.

El avión, un Bombardier Global 5000 de alta gama con matrícula estadounidense N18RU, aterrizó en Aeroparque el 25 de febrero proveniente de Miami y permaneció en el hangar de Royal Class hasta el 5 de marzo, cuando partió con destino final a París. “Se efectuaron los trámites de rutina sin que se registraran novedades”, indicó la Aduana en un comunicado.

La investigación interna responde a informaciones publicadas en medios de comunicación que sugieren fallas en los controles aduaneros. En su programa de LN+, el periodista Carlos Pagni señaló que el avión no habría sido sometido a los procedimientos habituales, a pesar de transportar una gran cantidad de equipaje. Según su relato, una orden de "arriba" impidió la inspección del contenido de las valijas.

¿Quién es la pasajera?

La pasajera principal del vuelo era Laura Belén Arrieta, una argentina de 32 años vinculada a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un evento que se realizó en Buenos Aires en diciembre y que contó con la participación del presidente Javier Milei.

Según los registros oficiales, Arrieta ingresó al país con una valija y un equipaje de mano, que sí fueron controlados. Sin embargo, el resto del equipaje del avión quedó en la bodega y no fue revisado, según fuentes aeronáuticas, es habitual en vuelos en tránsito.

Arrieta, empleada de OCP Tech y COC Global Enterprise, mantiene vínculos estrechos con Leonardo Scatturice, empresario tecnológico radicado en Miami y cercano a la cúpula de la CPAC en Estados Unidos.

¿De quién es el avión?

El avión pertenece a la empresa COC Global Enterprise, de Leonardo Scatturice, un empresario tecnológico radicado en Miami con vínculos con el movimiento conservador de Estados Unidos. Scatturice facilitó contactos entre los libertarios argentinos y el entorno de Donald Trump. En enero, el asesor presidencial Santiago Caputo y otros funcionarios argentinos viajaron a Washington con su apoyo.

¿Qué dice el Gobierno sobre el avión?

En la Casa Rosada reconocieron que tuvieron un trato asiduo con Arrieta durante la organización de la CPAC, donde ella se fotografió con el presidente Javier Milei. Sin embargo, desde el Gobierno aseguraron que “no hubo irregularidad alguna con ese vuelo”.

En el Gobierno aseguran que “se realizaron todos los controles de rutina según la normativa vigente” y que la aeronave permaneció en estado de tránsito sin que su carga fuera descargada. No obstante, la oposición ha puesto el episodio bajo la lupa. La Coalición Cívica anunció que presentará un pedido de acceso a la información pública para esclarecer las circunstancias del ingreso del avión al país.