El movimiento obrero busca protagonismo y va por el freno a la reforma laboral
Escenario sindical más allá de las grietas clásicas
El camino hacia octubre del movimiento obrero reflejará el impacto de las PASO, y promete no terminar todo con la sugerencia presidencial de ir "a dormir", en su primer mensaje post primarias. En el sindicalismo hay sectores que confrontan desde hace años como la conducción de la CGT y el Frente Sindical (Fresimona) liderado por Hugo y Pablo Moyano. Empero, ambos llamaron a votar por la fórmula Fernández-Fernández y dejaron para mejor ocasión sus diferencias. Además de quienes militaron la campaña, desde la convocatoria y el freno a protestas, están los moderados, las 62 alineadas a Cambiemos y lo que quedó de la euforia inicial que despertó Roberto Lavagna en sus almuerzos de hace meses ante anfitriones convocados por el gastronómico Luis Barrionuevo. Los factores de definición ni siquiera privilegian la antinomia peronismo/kirchnerismo, sino la letra fría del FMI respecto de la reforma laboral entre las medidas que prescribió al Ejecutivo Nacional en su condición de acreedor por excelencia. Daer, en diálogo con BAE Negocios, priorizó razones de los trabajadores para definir su voto: "en las elecciones se juega el derecho laboral, que genera calidad de vida y está atado a la seguridad social"
El margen de cautela y falta de definición de varios gremios se pone en jaque tras las PASO.
El Fresimona y su base política/filosófica de la Corriente Federal de Sergio Palazzo, Horacio Ghilini y Héctor Amichetti viene de desarrollar una intensa labor más allá de la campaña electoral, plantándose ante los intentos de reforma, formales y de hecho, los cuales no cesaron ni cesarán. Sin embargo, en la mesa chica aceptaron sin reclamos públicos la postergación en las listas de candidatos. Apenas dejaron algún rezongo en el off the record para señalar -cuando se cerró el acuerdo para sumar a Sergio Massa y en exclusiva mensura política-: "lo pagamos más caro que a Messi, ojalá que nos rinda un 2%". No más que eso.
Lo que viene será entonado desde el mayor "entusiasmo" de los hasta ahora distantes del Frente de Todos y la incertidumbre de la minoría de los sindicatos afines al modelo Cambiemos, los pases de facturas siempre están latentes aún en tracción electoral.