En su amplio mar de diferencias políticas y de estrategia las centrales sindicales coinciden en un punto de alto impacto para los trabajadores: la inflación. Echando mano a los registros de enero, febrero, y lo que se percibe para el corriente musitan que “la inflación es acumulativa”, a modo de obviedad mientras los gremios discuten sus paritarias en alta temporada de negociación colectiva, ante empresarios que tratan de evitar los aumentos salariales acumulativos.

En este escenario el Foro de la Economía y el Trabajo (FEyT), que integran sindicalistas de diferentes espacios como la CGT, las CTA, pymes, cooperativas y economistas, presentó un programa antiinflacionario. Sostienen allí que para recuperar los ingresos reales “urge quebrar la inercia inflacionaria” y analizaron la evolución de los precios, su negativo impacto en la vida nacional y la producción. Proponen congelamiento, control y quebrar así la pérdida de los ingresos ante la renta de los grupos concentrados.

“Es necesario un acuerdo de precios con las empresas productoras de alimentos, bebidas y productos de higiene más allá de la boca de expendio y extender el abastecimiento con precios regulados a las cadenas de comercialización y comercios de cercanía”. Lo remarcaron ante la consulta de que el escenario electoral de 2023 refuerza, más que nunca, que “toda economía y toda paritaria son políticas". Así refrendaron a BAE Negocios que es necesaria una ingeniería de insumos justos “para sostener la producción en el mediano plazo y evitar los abusos”.

Sobre recetas que ya se ejecutaron sin éxito, en diferentes momentos de la historia argentina -los más recientes datan de 2013 y en el tramo final del gobierno de Mauricio Macri en 2019- consideran necesario un congelamiento de precios para un conjunto de productos de la canasta básica que producen los oligopolios “por un período acotado para recomponer los ingresos reales, y una imprescindible fortificación de salarios, jubilaciones e ingresos alimentarios para evitar las remarcaciones”. Otro punto crítico del foro, hace foco sobre las materias pendientes del Gobierno, desde su asunción en 2019 a la fecha, e incluye la tarea ejecutiva del “Estado Presente” en el capítulo controles.

Allí el FEyT considera necesario “aplicar la actual legislación ante las prácticas desleales y/o anticompetitivas que ahondan los desequilibrio”. Postulan en dicho punto la urgencia de basar el análisis y la negociación de las tarifas de servicios públicos sobre los costos reales y superar la ausencia de claridad en el funcionamiento del Sistema de Importaciones (SIRA). En el documento presentado instaron a todas las instituciones que integran el movimiento sindical, las pymes, cooperativas y trabajadores de la economía popular “para articular un programa económico cuyo eje sea el trabajo, la producción, la justicia social, la defensa de los recursos naturales de la Argentina y, sobre todo, la soberanía nacional”.

Las mejoras para trabajadores fuera de convenio bajo el nivel de inflación

Sin medias tintas y a contramano de lo que remarca el Gobierno sobre “el vigor de las paritarias” de estos días el Foro disparó que “la puja distributiva, en la que trabajadores y pobres siempre pierden, la falta de reservas, los vencimientos de la deuda externa público-privada, el carácter inflacionario del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la alta concentración de los mercados más importantes, con incidencia determinante de firmas oligopólicas, son los motivos más significativos en el alza de los precios”.

Este foro está integrado por los economistas Ricardo Aronskind, Juan Costa, Raúl Dellatorre, Marcelo Di Ciano, Marisa Duarte, Roberto Feletti, Cecilia Garriga, Agustina Haimovich, Julián Maggio, Pablo Manzanelli, Jorge Marchini y Felisa Miceli, entre otros y como coordinadores Vicente Alvárez y Eduardo Berrozpe.