Francisco calificó como "crimen de Estado" a los casos de gatillo fácil

Firme definición en una reunión sobre la pena de muerte

BAE Negocios

Luego de la fuerte polémica por el nuevo protocolo de uso de armas de fuego dictado por el Gobierno para las fuerzas federales de seguridad, el Papa Francisco fustigó ayer las "ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias" ordenadas en algunos países "con o sin pena de muerte legal".

"Se trata de homicidios deliberados cometidos por agentes estatales, que a menudo se los hace pasar como resultado de enfrentamientos con presuntos delincuentes o son presentados como consecuencias no deseadas del uso razonable, necesario y proporcional de la fuerza para proteger a los ciudadanos", señaló el Papa, sin citar la situación puntual de ningún país.

“Homicidios deliberados que se los hace pasar como resultado de enfrentamientos”

Francisco se pronunció de esa forma al recibir en audiencia una delegación de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, lo que coincidió con la polémica en la Argentina por la nueva reglamentación para el uso policial de armas dispuesta por el Gobierno, que habilita a las fuerzas federales de seguridad a disparar sin necesidad de dar la voz de alto o de responder una agresión armada.

Puntualmente, el Papa lamentó este fenómeno "recurrente" de la pena de muerte y subrayó que "la legítima defensa no es un derecho sino un deber para el que es responsable de la vida de otro".

"Los que tienen autoridad legítima deben rechazar toda agresión, incluso con el uso de las armas, siempre que ello sea necesario para la conservación de la propia vida o la de las personas a su cuidado", indicó en su mensaje.

Y advirtió que "como consecuencia, todo uso de fuerza letal que no sea estrictamente necesario para este fin sólo puede ser reputado como una ejecución ilegal, un crimen de Estado".

A principios de agosto, el papa Francisco inscribió por primera vez en el catecismo de la Iglesia Católica la oposición categórica a la pena de muerte y convocó a la Iglesia a comprometerse para abolir la pena capital en todo el mundo.

El Papa llamó el lunes a los miembros de la ONU que decidieron respetar una "moratoria" de las ejecuciones capitales a que adopten la "abolición de esta forma cruel de castigo", informó la agencia AFP. Francisco también se opone a las penas a perpetuidad, las que considera "quitan la posibilidad de una redención moral y existencial" y "son una forma de pena de muerte encubierta".

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