Kicillof, entre la euforia y el racconto de la herencia económica que recibirá
Fue lapidario con la herencia que le deja María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires
El electo gobernador bonaerense, Axel Kicillof, combinó en su discurso la euforia de la victoria con un análisis económico lapidario de la gestión Cambiemos, tanto a nivel nacional como en la provincia. Calificó la herencia que recibirá en el principal distrito como "tierra arrasada" y destacó que el triunfo electoral implicará un cambio de lógica en la forma de gobernar.
En esa línea, sostuvo: "Cambia la lógica de gobierno a partir de ahora en la provincia y en el país. Eso implica tener en cuenta prioridades distintas a las de estos cuatro años. Vamos a gobernar para crear trabajo, para apuntalar la salud y la educación pública y para devolverle a los sectores medios, a los productores y a los que menos tienen los derechos que les sacaron".
En ese sentido, analizó los números: "En cuatro años caerá 9 puntos el PBI per capita. La desocupación creció casi al doble, lo que implica 167.000 puestos de trabajo menos. Hay una caída del salario real de casi 20 puntos, los que tienen trabajo no pueden llegar a fin de mes. La deuda externa respecto al PBI se duplicó. Eso se notó en la provincia. Cerraron 9.000 comercios y 3.300 pymes industriales y hay 1.700.000 nuevos pobres. Una situación muy compleja ".