La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) salió al cruce del Gobierno tras la decisión de cerrar la Dirección Nacional de Vialidad, organismo que el presidente Javier Milei ha calificado reiteradamente como "Cámara de la Corrupción".

En un comunicado, la entidad empresaria expresó su “profunda preocupación ante la decisión del Poder Ejecutivo Nacional de disolver la Dirección Nacional de Vialidad” y advirtió que la medida “afecta la capacidad del Estado para planificar, licitar y controlar proyectos viales de forma eficiente y transparente”.

Rechazo empresario y sindical

El cierre de Vialidad Nacional generó el rechazo no solo de CAMARCO, sino también de la Confederación General del Trabajo (CGT), que manifestó su alarma por las implicancias en el empleo y la obra pública. Ambas entidades coinciden en que el impacto será negativo en la planificación, la logística y la generación de puestos de trabajo.

Desde CAMARCO recordaron que Vialidad Nacional tiene casi un siglo de trayectoria y subrayaron que, durante décadas, el organismo “garantizó una mirada federal sobre la infraestructura del país, con equipos profesionales formados para llevar adelante obras en todas las regiones”.

Incertidumbre sobre obras y empleo

La Cámara también cuestionó el traspaso de funciones a la Gendarmería Nacional y al Ministerio de Economía, lo que, según afirmaron, “genera una fuerte incertidumbre”. La entidad expresó su preocupación por “la continuidad de obras estratégicas, el impacto en el empleo y la afectación de la articulación público-privada que durante décadas sostuvo el desarrollo de la infraestructura vial”.

Otro de los puntos centrales de su reclamo es el mantenimiento de los más de 30 mil kilómetros de rutas que no se concesionarán al sector privado. Según advirtió CAMARCO, esto genera “una seria preocupación por el importante impacto en la producción y logística y, sobre todo, en la vida cotidiana de miles de argentinos”.

Piden diálogo y reglas claras

En un mensaje dirigido al Gobierno, la Cámara sostuvo: “La inversión en caminos y rutas no representa un gasto, sino una herramienta para crecer, generar trabajo y fortalecer el entramado productivo nacional. Por eso, pedimos a las autoridades abrir instancias de diálogo con una mirada estratégica”.

La entidad también reafirmó su disposición a colaborar con el Estado: “Trabajaremos en el diseño de políticas que garanticen obras sostenidas en el tiempo, con reglas claras y una visión federal del desarrollo”.

Finalmente, CAMARCO advirtió que “el país necesita previsibilidad para seguir generando empleo, inversión y crecimiento en todo el territorio”.