La CGT busca acercar posiciones en torno a la marcha de protesta del 17 de agosto
Dialoguistas y moyanistas mantienen diferencias sobre los destinatarios de sus planteos
El consejo directivo de la CGT debatirá y definirá el jueves la movilización sindical con pedido de unidad política al Gobierno, punto ya acordado y la discusión abierta sobre los destinatarios del malestar sobre un tema ardiente: la inflación. La convocatoria oficial para esa reunión en Azopardo llegó por escrito y con la firma de los triunviros Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano.
No son un dato menor tales rúbricas ya que el jueves pasado, en la mesa chica de UPCN, la ausencia del camionero enmarcó el disgusto personal de Moyano, los sindicatos que lo respaldan y la Corriente Federal (CFT). Sin perjuicio de que establecer y anunciar el 17 de agosto como fecha para la protesta fue una muestra de poder del sector dialoguista. Completan el temario a tratar la situación económica, política y social, situación financiera de la CGT, convenios con el PAMI turismo y el Sedronar, y el singular punto 6: "asuntos varios".
Si bien la tensión interna bajó algunos grados, el repaso a algunos dichos de los cegetistas certifica tesituras. A pocas horas de la última reunión en UPCN Andrés Rodríguez, dijo que "la movilización que pensamos hacer no es contra nadie". En similar partitura el triunviro Daer elevó la puesta para expresar que "no salimos a la calle con un dedo acusador ni contra nadie. Lo que estamos planteando es: primero la patria". Palabras similares se escucharon desde gremios afines.
Simetría, no empatíaEn la simetría que tiene el movimiento obrero con el Frente de Todos (FdT) sobre diferencias a cielo abierto, los focos opuestos también expresaron contundencia. El canillita y legislador bonaerense Omar Plaini resumió qué "marchar contra nadie no es una buena definición". En pleno malestar por lo que estimó como una jugada para "marcarle la cancha" desde los dialoguistas, Pablo Moyano disparó munición gruesa. "Existe una necesidad de parte de la CGT para reclamarle a los generadores de precios que paren y que se dejen de joder de aumentar los alimentos todos los días y también para el Gobierno que escuche los reclamos de distintos sectores del movimiento obrero".
Reforzando tal posición la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT) a una semana de su congreso nacional también reforzó el trazo grueso. "Aquellos que no pertenecemos a los sectores moderados del FdT somos amplia mayoría. Nos debemos, en carácter obligatorio, el movilizar contra aquellos factores de poder que manejan la economía, las finanzas, los mercados, los precios de los alimentos. Para de una forma u otra decirles: basta", ponderó Walter Correa (Curtiembres) desde ese núcleo.
La CFT y el moyanismo confían en elevar el tono a la protesta y no sólo apuntan a los empresarios sino que le reclaman a la Casa Rosada, "que de una vez por todas ordene la cancha con decisión". Así están las cosas a días que se tome una decisión sobre la marcha que comenzó a vislumbrarse a mitad de mayo, la cual incluso podría contar con la adhesión de las dos CTA.
Y entre bambalinas varios sindicalistas que ofician de conciliadores entre los sectores en pugna, deslizan. "Estamos en una etapa donde no hay que discutir la conducción del movimiento obrero, sino la direccionalidad de la clase trabajadora. Eso se hace desde abajo y con la capacidad de romper sistemas activada permanentemente".