A las 15 de este jueves el consejo directivo de la CGT iniciará su debate para tratar de darle cuerpo y sobre todo músculo al tercer paro de esa central contra la gestión de Javier Milei.
Además de establecer la fecha, la cual asoma todavía sin tinta firme para el 8 de abril, y el margen que estableció hace una semana en el Congreso de la UTEP el triunviro Héctor Daer con el 10 del mes próximo como tope de calendario.

En cuanto a la pulseada siempre vigente entre los dialoguistas agrupados tanto en el núcleo dominante de la CGT, como sus adherentes sin lugar en la mesa chica y los más combativos, se mantienen recelos en cuanto al escenario que eligió el triunviro para dar el adelanto de la huelga.

Léase, más allá de que el salón Felipe Vallese de Azopardo fue el lugar que la central cedió a los trabajadores de la UTEP, los más “estrictos” defensores del sindicalismo clásico no vieron con buenos ojos ni agradó a su paladar que incluso Daer le convidara a la UTEP la construcción de la medida de fuerza. 
Sin embargo, que la CGT coincida en amplio espectro que la tesitura de diálogo con la el gobierno libertario “llegó hasta la represión en Congreso del miércoles 12”, como incluso lo graficaron los comunicados que emitió horas después de todo lo visto en esa zona de la Capital Federal, las formas siempre son un parámetro cegetista que recorre los tiempos, sobre todo en etapas de gobiernos no peronistas.

BAE Negocios consultó en la previa a diferentes fuentes, todas confirman el escenario de debate y que se asuma el o los costos respecto a que dejar el paro “para más adelante” sería un descrédito innecesario, el hecho de que en la previa el tercer paro a Milei pueda incluir una movilización es un eje también a considerar, porque puede dar el talle del músculo cegetista frente a toda la incertidumbre económica y social que asumen y explicitan foros gremiales como el Foro Economía y Trabajo (FEYT).
La hora señalada para retomar la “unidad en acción” domina el ambiente sindical este jueves.