Una comitiva de la CGT se reunió con funcionarios y diplomáticos estadounidenses en un contacto que reveló simetría con las gestiones del ministro de Economía, Sergio Massa, ante el FMI y el país del norte. Trazos sobre el análisis socioeconómico y la posibilidad de que nuestro país desarrolle algunos ejes de las políticas productivas del gobierno de Joe Biden, más el realce al modelo sindical argentino, fueron puntos que destacaron desde Azopardo.

En su visita a la Argentina, la subsecretaria de Estado de EE.UU. Wendy Sherman, acompañada por el embajador Marc Stanley y funcionarios de la embajada, departieron con Gerardo Martinez, titular de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CGT, Andrés Rodriguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Marta Pujadas (Uocra).

"Los ejes temáticos del encuentro se enfocaron en la situación socioeconómica de nuestro país, la visión sindical respecto del diálogo social y la búsqueda de consensos orientados a mejorar las condiciones y calidad de vida de los sectores más postergados". A consideración de los sindicalistas la estadounidense "resaltó la fuerza transformadora del sindicalismo argentino para lograr resultados".

Los cegetistas remarcaron además que tanto Sherman, como el embajador y el resto de los funcionarios enfatizaron "la importancia que tiene para la administración del presidente Joe Biden la promoción del programa M-Power (Manufacturing Power) "una iniciativa para fortalecer el rol de las organizaciones sindicales y la consolidación de los derechos sociolaborales". Desde ese plano, según comentaron desde la CGT, los estadounidenses pusieron énfasis para considerar en valor la experiencia argentina como modelo a replicar en la región. Y en esa línea, se explayaron sobre la organización e institucionalización del capítulo M-Power en la Argentina.

En la tónica de estrategia definida para el territorio dentro de sus fronteras el programa M-Power, que impulsa la gestión Biden, apunta a fortalecer la industria manufacturera y fomentar la creación de empleo. Parte de una serie de medidas para apoyar la producción e innovación en áreas como tecnología, energía limpia e infraestructura. Respecto al capítulo tecnológico el M-Power la inversión se traza en inteligencia artificial, robótica y dinámica 5G, estos recursos buscan mejorar la competitividad en manufacturas. A la hora de impulsar la producción nacional el objetivo es incrementar la producción de bienes, con énfasis marcado para reducir al máximo la dependencia de importaciones. No faltan metas de ecología para el desarrollo fabril y priorizan la necesidad de promover las energías limpias.

La reducción para la generación de gases y el consiguiente "efecto invernadero" son apuntados como parte del desarrollo de la producción de manufacturas. El M-Power apunta a recuperar la fortaleza industrial de los EE.UU, a partir de mejorar esos registros en esa nación consideran que podrían sumarse a tal dinámica otras naciones americanas.