Mientras que el Sindicato Único de Trabajadores Feriantes (Sutfra) se pronunció en defensa de los derechos de las familias afectadas por el cierre del predio de La Salada y propuso una salida organizada al conflicto, el juez federal Luis Armella ordenó levantar la clausura de las tres ferias que funcionan en dicho predio, denominadas Punta Mogote, Ocean y Urkupiña.

La decisión del magistrado incluye la designación de interventores en las ferias, la bancarización de todas las operaciones y la presencia permanente de fiscalizadores de ARCA y la cartera laboral. Armella también le otorgó al Sutfra un rol específico en el control y las tareas de registración laboral. Por eso, la titular de la Fiscalía Federal N.º 2 de Lomas de Zamora, Cecilia Incardona, notificó a la secretaria del gremio, Mariana Berbeglia, sobre “la veeduría de la actividad legal y operativa de los interventores judiciales, como una medida de contralor para garantizar la protección de los derechos de los trabajadores”.

Desde esa estructura sindical destacaron lo que consideran un avance: “Nos reabrieron la feria y nos dieron una gran tarea. Es la primera vez que un gremio es veedor de un interventor. Estamos sentando jurisprudencia”, declaró Berbeglia al portal Infogremiales.

Además, el sindicato subrayó que tendrá a su cargo la creación del registro de feriantes y la confección de un censo de los trabajadores/as. Su confección comenzará de forma inmediata, según la notificación judicial, y continuará de forma progresiva en articulación con el Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires.

La interacción también comprende a la Municipalidad de Lomas de Zamora, donde está ubicado el predio ferial. “Su rol será la protección de los intereses de los trabajadores afiliados, informando al Tribunal sobre las condiciones laborales y asegurando su continuidad, dada la situación de vulnerabilidad y dependencia de esta actividad para su sustento y el de sus familias”, consta en la notificación judicial recibida por el Sutfra.

La feria fue clausurada hace algunas semanas, lo que implicó la paralización de la actividad comercial de cientos de puesteros. Este fenómeno, más allá de las novedades judiciales, fue eje del testimonio de quienes, durante el regreso a la actividad este lunes, lamentaron no haber podido trabajar el Día del Padre, con la consecuente pérdida de ventas.

En diálogo con Radio Con Vos, desde un móvil, los vendedores enfatizaron que La Salada no solo refleja el escenario social del conurbano bonaerense, sino también los padecimientos de los sectores de menores ingresos. Desde el Sutfra afirmaron: “Es momento de discutir en serio cómo deben funcionar las ferias en el país: con reglas claras, presencia del Estado, controles adecuados y políticas de inclusión”.

Vale acotar que en tiempos de predominio del dólar a “precio bajo”, como en los años 90, La Salada surgió en terrenos ubicados en Lomas de Zamora. Una historia que la llevó a convertirse en uno de los centros de venta informal más grandes de América Latina.

En cuanto al presente, la coyuntura también abre —según el Sutfra— posibilidades para formalizar esa actividad comercial, con la interacción entre feriantes y los gobiernos municipales, provinciales y nacional. Una trama compleja, en particular por tratarse de mercadería “réplica” de marcas originales.