La flamante secretaria general del Sindicato Unico de Trabajadores del Peaje y afines (Sutpa) Florencia Cañabate consideró relevante traccionar la participación de la mujer en todos los ámbitos de decisión, escenario donde incluyó la definición de la nueva cúpula de la CGT en noviembre.

Cañabate asumió días atrás en el Sutpa tras lograr el 90% de los votos en un gremio donde se desempeñan 7.000 trabajadores y trabajadoras.

“Las mujeres sabemos, sentimos, y expresamos que podemos y merecemos ser protagonistas”, le enfatizó la sindicalista a BAE Negocios. En esa concepción incluyó la dinámica gremial, la actividad privada y la política, “para que en todos los ámbitos la mujer ejerza su derecho a decidir”.

Con visión crítica respecto a las medidas políticas y económicas del Gobierno en la pandemia la referente del Sutpa manifestó “no podemos desconocer que más del 50% de los trabajadores y trabajadoras tienen hoy problemas laborales. Eso me certifica con hechos que hay errores por parte del Gobierno y más allá de ser peronista debo ser crítica”.

En la nueva cúpula gremial la secundará Facundo Moyano, quién asumió como secretario adjunto, en su regreso al rol sindical luego de su renuncia como diputado nacional del Frente de Todos.

En cuanto a la participación de las mujeres establecida por el cupo femenino, la sindicalista apuntó que la cuestión “va más allá de dicha norma, el cupo del 30% se puede cumplir pero que la mujer no decida. Y la prioridad es que nosotras no seamos nada más que una figurita que mejore la foto“.

De cara al Congreso de la CGT que el 11 de noviembre en Parque Norte designará a su nueva conducción Cañabate estimó que la modificación de los estatutos para el 50% de participación femenina en las secretarías del consejo directivo de Azopardo, no es una solución de fondo.

“Me parece que en todo caso hay un maquillaje para una demanda real. Mientras las mujeres no tengan posibilidad real de decisión en sus sindicatos tampoco lo podrán concretar en la CGT”, advirtió.

En cuanto a los trabajadores y trabajadoras que representa Cañabate lamentó que muchas veces se subestima la labor de ese núcleo en cuanto a la relación al nivel de tareas y salarios.

Al recordar que se desempeña como cajera en las estaciones de peaje, puntualizó las denuncias que desde hace años formulan sus compañeros y compañeras sobre maltratos que van desde insultos, bocinazos, amenazas y en algunos casos hasta heridas en las manos de cajeros/as que provocan adrede algunos automovilistas con sus cigarrillos.

“Es un ejemplo sobre hechos concretos y van más allá de las 8 horas de trabajo y el lapso de descanso reglamentado. Esto muchas veces los usuarios no lo ven o lo desconocen, y poner en superficie esas situaciones también hace al rol de una dirigenta como es mi caso. Porque si un representante gremial se olvida su condición de trabajador/ra pierde su esencia”.

En cuanto al último acuerdo paritario rubricado en agosto, Cañabate le expresó a este diario que la resolución del conflicto “fue una verdadera prueba de fuego” y antesala de su gestión y remarcó que con el apoyo de los trabajadores y trabajadoras que representa “lo pudimos sacar adelante también para dejar sentado que las mujeres podemos”, recalcó.